El Tribunal de Concepción del Uruguay que integran María Evangelina Bruzzo, Fabián López Moras y Melisa Ríos condenó al sacerdote Marcelino Moya a 17 años de prisión por promoción a la corrupción de menores agravada.
En el adelanto de sentencia -donde no estuvo presente el imputado-, se explicitó que el cura permanecerá en libertad hasta tanto la condena quede firme, pese al pedido de la Fiscalía y la querella de sostener una prisión preventiva por el peligro de fuga. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 15 de abril a las 8.30 horas. Luego de dos jornadas intensas de testimonios, en las que pasaron 17 testigos, en los alegatos el cura se había manifestado “inocente” e intentó desestimar las denuncias en su contra, no sin antes recurrir al recurso de la prescripción de los hechos.
En el juicio los abogados Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso actuaron por parte de la querella, mientras que Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra lo hicieron en representación del Ministerio Público Fiscal. Ambas partes habían solicitado una pena de 22 años de prisión de cumplimiento efectivo para el cura. Moya es el tercer cura católico juzgado y condenado por abusos en Entre Ríos. Fue denunciado periodísticamente por la Revista ANÁLISIS en junio de 2015, tres años después del escándalo mundial que significó el caso Justo José Ilarraz.
El sacerdote fue denunciado por dos jóvenes que, en su niñez y adolescencia (años 1995/1996), formaron parte de un grupo que asistía regularmente a la parroquia Santa Rosa de Lima y que eran alumnos del Colegio La Inmaculada, de Villaguay. También hay que mencionar en ese grupo de religiosos señalados por abusos al cura Juan Diego Escobar Gaviria de Lucas González y a las monjas carmelitas de Nogoyá.
En la primera jornada del juicio, los denunciantes Pablo Huck y Ernesto Frutos relataron las situaciones vividas que los convierten en víctimas de los abusos del sacerdote, quien estuvo presente en esa etapa del debate oral, no público, pero que luego decidió no presenciar el resto de las instancias de testimonios.
Luego de dos jornadas intensas, en las que 17 testigos brindaron sus testimonios, el Ministerio Público Fiscal representado por Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra y los abogados querellantes Juan Cosso y Florencio Montiel pidieron una pena de cumplimiento efectivo de 22 años de prisión por corrupción agravada de menores en concurso real con abuso sexual simple, para el cura Marcelino Moya.
Marcelino Ricardo Moya fue denunciado en junio de 2015 por dos jóvenes que, en su niñez y adolescencia (años 1995/1996), formaron parte de un grupo que asistía regularmente a la parroquia Santa Rosa de Lima y que eran alumnos del Colegio La Inmaculada, de Villaguay.