“DESPUÉS, ESPERO QUE MEJORE UN POCO», EXPRESÓ OSCAR BALLA
El ministro de Trabajo de la provincia estimó que la mejora podría llegar en el arranque del segundo trimestre. A nivel nacional, el gobierno sostiene que hay una incipiente reactivación y recuperación de puestos de trabajo. Las estadísticas muestran tan leves variaciones, positivas y negativas, que obligan a ser cautelosos hasta para los más optimistas.
En ese marco, el último informe de la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, correspondiente a diciembre, marcó una variación negativa del 0,5 por ciento en puestos de trabajos registrados con respecto al mes anterior, y una baja del 0,7 por ciento con respecto a diciembre de 2015. Dentro de los conglomerados más importantes del país relevados, el Gran Paraná es, junto al Gran Tucumán, uno de los más relegados: la caída fue del 1,1 por ciento.
Consultado acerca de la conflictividad laboral del último año, a modo de balance, el ministro de Trabajo de la Provincia, Oscar Balla, fue elocuente al hacer referencia a la complicada realidad vivida durante en 2016. «Ha sido un año difícil, y 2017 arrancó en las mismas condiciones», planteó, y acotó: «Veo que hasta mayo vamos a estar en las mismas condiciones. Después, espero que mejore un poco».
También hubo variaciones negativas en Gran Buenos Aires (0,5 por ciento), Gran Córdoba (0,3 por ciento), Gran Mendoza (0,1 por ciento) y Gran Bahía Blanca (0,1 por ciento). Por otro lado, mejoró la situación durante el último mes, en la vecina Santa Fe (0,3 por ciento), Gran Jujuy (0,4 por ciento) y Gran Rosario (0,1 por ciento).
El titular de la cartera provincial reconoció que hubo una pérdida de puestos de trabajo «bastante importante» en la provincia, y destacó el trabajo realizado para evitar más despidos, a partir de conversaciones y diálogo entre la patronal, sindical y trabajadores para llegar a entendimientos.
Los sectores más afectados en la provincia fueron la construcción, la industria frigorífica, la citricultura y el sector metalúrgico.
«La obra pública se cayó completamente el año pasado, y ahora hay anuncios de que se estaría reactivando; en el caso de los frigoríficos, soportaron la importación de Brasil, que los perjudicó notablemente. A partir de las gestiones del gobernador Bordet, se logró que se frenara la entrada de pollos, que ha ayudado a aliviar al sector», explicó.
Y en cuanto a los metalúrgicos, Balla especificó que si bien no hubo despidos, se produjeron suspensiones mensuales de personal, ya que las empresas tenían stock de mercaderías, que no podían ubicar, fundamentalmente aquellas ligadas a electrodomésticos.
«Hasta mayo o junio creo que continuará igual, a la espera que las medidas del gobierno nacional tiendan a mejorar la situación», estimó.
Ante las apreciaciones de las autoridades nacionales sobre una mejora de los índices laborales en los últimos meses, sostuvo que participó de una reunión con autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación. «Ellos hablan de repunte, que comenzará a notarse en las provincias con la reactivación de la obra pública, porque mueve mucho, al hacer girar otros rubros y actividades como metalúrgicos y madera, entre otros.
«Yo insisto que veo complicada la situación hasta el mes de mayo, porque en mayo habitualmente comienzan a discutirse las paritarias, y el gobierno nacional fijó un tope de 18 por ciento; no sé si la clase trabajadora entiende eso, con los salarios que ya perdieron el año pasado un 5 o un 6 por ciento».
Parece difícil una reactivación económica basada solo en la obra pública, sin medidas tendientes a mejorar el consumo interno, a partir de la recuperación del poder adquisitivo de los asalariados, que sufrió una retracción en 2016, y con el techo que se pretende imponer este año, en función de una supuesta inflación proyectada.