El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este martes que la ayuda militar de Washington está en camino a Ucrania y marcará una “diferencia real” en el campo de batalla, durante una visita no anunciada del diplomático para tranquilizar a un aliado que enfrenta nueva nueva y feroz ofensiva rusa.
En ataques cada vez más intensos a lo largo de la frontera nororiental en los últimos días, Moscú ha capturado entre 100 y 125 kilómetros cuadrados de territorio, que incluyen al menos siete localidades, según analistas. Aunque la mayoría de esas poblaciones ya estaban deshabitadas, miles de civiles de la zona han huido de los combates.
Los analistas consideran que este es uno de los momentos más peligrosos para Ucrania desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, y el presidente del país, Volodimir Zelenski, pidió el martes más sistemas de defensa aérea para proteger a los civiles que están bajo fuego ruso en el noreste.
“Sabemos que este es un momento difícil”, dijo Blinken en la capital ucraniana, Kiev, donde se reunió con Zelenski. Pero agregó que la ayuda del ejército estadounidense va a “marcar una diferencia real contra la continua agresión rusa en el campo de batalla”.
La visita se produce menos de un mes después de que el Congreso aprobó un paquete de ayuda exterior largamente aplazado que incluía una partida de 60.000 millones de dólares para Ucrania, que se destinará en gran parte a reponer los mermados sistemas de artillería y de defensa antiaérea.
La nueva ayuda “ya está en camino”, añadió Blinken, que apuntó que parte de ella ya había llegado al país.
El feroz avance de Rusia
El nuevo operativo ruso sobre la región nororiental de Járkiv y su avance en la provincia de Donetsk, en el este, se produce luego de meses en los que en el frente de casi 1.000 kilómetros (620 milas) no se registraron apenas cambios.
Más de 7.500 civiles han sido evacuados de la zona, según las autoridades. Las fuerzas del Kremlin están ampliado también su ofensiva sobre las regiones de Sumy y Chernihiv, en el norte, según las autoridades de Kiev, y los soldados ucranianos, superados en armamento y número, trataban de hacerlos retroceder.
Las tropas combatían calle a calle en las afueras de Vovchansk, que es una de las localidades más grandes de la zona de Járkov, dijo el gobernador regional, Oleh Syniehubov, en declaraciones a la cadena de TV nacional. Dos civiles murieron en bombardeos rusos el martes, añadió.
Naciones Unidas dijo que los combates se estaban cobrando un elevado número de víctimas.
“Estamos profundamente preocupados por la situación de los civiles en Ucrania», alertó Liz Throssell, vocera de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra. “En la región de Járkov, la situación es complicada».
Zelenski dio las gracias a Blinken por la ayuda de Estados Unidos pero agregó que necesitan más, incluyendo dos sistemas de defensa antiaérea Patriot para proteger urgentemente Járkov.
“La gente está siendo atacada: civiles, combatientes, todo el mundo. Están bajo los misiles rusos», afirmó.
Ya se han entregado artillería, interceptores de defensa antiaérea y misiles balísticos de largo alcance – y algunos de estos elementos ya están en el frente-, informó un alto funcionario estadounidense que viajaba con Blinken en un tren nocturno desde Polonia y que habló con la prensa bajo condición de anonimato antes de las reuniones del mandatario.
Antes del viaje, según funcionarios estadounidenses apuntaron que desde la firma de la iniciativa el mes pasado, la Casa Blanca ha anunciado ya 1.400 millones en asistencia militar a corto plazo y 6.000 millones en ayudas a más largo plazo.
Se está “intentando acelerar realmente el ritmo” de los envíos de armas estadounidenses a Ucrania, afirmó el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Pero la demora en la llegada de la ayuda estadounidense, especialmente desde el inicio de la guerra de Israel contra Hamas, preocupó a altos cargos del gobierno y causó una profunda inquietud en Kiev y en Europa. Blinken, por ejemplo, ha visitado Oriente Medio siete veces desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre. Su último viaje a Kiev fue en septiembre.
En su cuarto viaje a Kiev desde el inicio de la invasión rusa, Blinken hizo hincapié en el respaldo de Estados Unidos a la independencia de Ucrania y a su recuperación, según su vocero, Matthew Miller. El diplomático y el presidente ucraniano hablaron también de los compromisos de seguridad en el largo plazo y del bienestar económico del país.
Blinken tenía previsto pronunciar un discurso este mismo martes elogiando los “éxitos estratégicos” de Ucrania en la guerra. Su intención es complementar el que ofreció el año pasado en Helsinki, Finlandia, en el que criticó al presidente ruso, Vladimir Putin, por los fallos estratégicos de Moscú en el inicio de la invasión.
Pero desde aquellas palabras Rusia ha intensificado sus ataques, especialmente mientras el paquete de ayudas de Washington estuvo frenado durante meses, obligando a paralizar la mayoría de la asistencia estadounidense. Esos ataques se han incrementado en las ultimas semanas, en un intento del Kremlin por aprovechar la escasez de efectivos y armamento de Kiev mientras llegan las nuevas partidas.
Vladimir Putin viaja a China
Por su parte, el presidente ruso tiene previsto realizar una visita de Estado de dos días a China a finales de semana, según anunció el Ministerio de Exteriores chino. Beijing ha respaldado a Moscú políticamente en la guerra y ha enviado herramientas, máquinas electrónicas y otros artículos considerados contribuciones al esfuerzo bélico ruso, sin llegar a exportar armamento.
“Una Ucrania fuerte, exitosa, próspera y libre es el mejor reproche posible a Putin y la mejor garantía posible para su futuro», dijo Blinken a Zelenski en Kiev.
El funcionario estadounidense dijo que, a pesar de algunos reveses recientes, Ucrania seguía pudiendo reivindicar victorias significativas, como haber recuperado cerca del 50% del territorio capturado por las tropas rusas en los primeros meses del conflicto y la mejora de su posición económica y de los transportes y las relaciones comerciales, sobre todo gracias a sus éxitos militares en el Mar Negro.
Por otra parte, el funcionario reconoció que Kiev enfrenta “una dura batalla” y está “bajo una tremenda presión”, pero alegó que los ucranianos “estarán cada vez más confiados” a medida que comience a aumentar la ayuda de Estados Unidos y de otras naciones occidentales.
Fuente: AP