El dólar oficial cerró casi en el techo de la banda y en el mercado vislumbraron que hubo intervención para contener la presión cambiaria. En los días previos a las elecciones legislativas generales, la demanda de divisas sigue firme, y el Gobierno multiplica anuncios optimistas en un intento por calmar a los inversores.
Con este panorama, el dólar mayorista trepó a $1.490,50 un incremento de $15,50 (+1,1%) respecto a la rueda de ayer. De esta manera, el tipo de cambio terminó a solo 60 centavos del techo de la banda cambiaria, que este martes es de $1.491,1. Sobre este punto, el presidente Javier Milei reaseguró durante una entrevista este martes que los dólares del BCRA serán para «defender la banda cambiaria».
De acuerdo a diversas fuentes del mercado, hubo varias posturas vendedoras en el extremo superior de la banda por u$s100 millones, posiblemente del BCRA. El volumen operado superó los u$s700 millones y casi duplicó la cifra del lunes.
En el Banco Nación, el dólar minorista se vendió a $1.515, una suba de $20 contra el cierre de la rueda pasada. Por su parte, el dólar minorista promedio se vende a $1.513,04, de acuerdo al relevamiento diario que realiza el Banco Central.
Dentro del sector financiero, el dólar MEP sube 1,5%, hasta $1.576,24, y el CCL avanza 1,9% hasta los $1.600,37.
Por su parte, en las cuevas de la city, el dólar blue sube $20 (1,3%) hasta los $1.525. Mientras, el tipo de cambio «que nunca duerme», el dólar cripto, se vende a $1.566,57.
En la plaza de futuros, la situación también es alcista, destacándose el incremento de 0,83% en el contrato de dólar para junio de 2026, que se estima en $1.830. Para fin de año, el mercado proyecta que el dólar valdrá $1.605, una suba implícita por encima del 8% respecto al valor actual.
Una batería de anuncios que no logra frenar la presión alcista
Tanto el gobierno argentino -y El BCRA-, como la administración de Donald Trump volvieron a la carga esta semana con nuevos anuncios vinculados al salvataje, con el fin de aplacar la dinámica alcista del dólar. El primero llegó el lunes, con la confirmación de un swap con Estados Unidos por u$s20.000 millones, de libre disponibilidad, aunque sin impacto en las reservas brutas. También se comunicó una recompra de deuda.
Estas medidas, pese a ser positivas, no lograron contener la volatilidad cambiaria y los analistas anticipan que la inestabilidad persistirá en las jornadas previas a los comicios. En este sentido, durante esta mañana el secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó el swap con el BCRA y justificó el auxilio a Argentina.
El lunes, operadores cambiarios detectaron posturas de venta en el techo de la banda que podrían corresponder al BCRA. «La demanda por cobertura continúa sostenida, y así lo refleja un dólar mayorista por encima de los $1.470 que sólo intercala respiros ante las intervenciones de Bessent, las cuales últimamente ya no logran correr a la demanda privada, sino apenas morigerar el reacomodamiento al alza de la divisa, antes de que llegue al techo de la banda y deban activarse ventas del BCRA», planteó el economista Gustavo Ber.
Así, una de las incógnitas es si se reforzará la intervención del Tesoro de EEUU para evitar que el dólar toque el techo y el Central empiece a drenar reservas o si se apostará a que aparezca algo de oferta privada. Lo cierto es que son ruedas de incertidumbre y el mercado busca cubrirse.
Y este martes, se conocieron nuevos detalles del auxilio que otorgarían los grandes bancos de EEUU a Argentina. Encabezados por JP Morgan, que impulsa una suerte de reversión del «Plan Brady», el grupo también compuesto por Bank of America, Goldman Sachs y Citigroup, busca garantías antes de prestar u$s20.000 millones al gobierno de Milei, tras mantener conversaciones con el Departamento del Tesoro liderado por Scott Bessent.
Los bancos esperan indicaciones sobre los avales que podrían ofrecerles o si Washington respaldará la operación por su cuenta. Según Wall Street Journal, la banca norteamericana siente que no pueden actuar sin el respaldo del Tesoro y buscan asegurarse de recuperar su inversión frente a la volatilidad de Argentina.
Fuente: Ambito