El llamado habría ocurrido el 21 de noviembre. Y ninguno de los gobiernos dio detalles. Sin embargo, fuentes consultados por el Miami Herald indicaron que Trump envió un «contundente» mensaje al venezolano, quien habría exigido una «amnistía».
El presidente Donald Trump le impuso a Nicolás Maduro un ultimátum en una llamada telefónica la semana pasada, en la que el estadounidense exigió al líder venezolano que abandone Venezuela “ahora mismo”, ofreciéndole incluso un salvoconducto. Pero Maduro se negó y exigió que se le diera una “amnistía global” para él y sus aliados, en medio de una fuerte tensión bilateral y un enorme despliegue militar estadounidense frente a las costas venezolanas.
El llamado habría ocurrido el 21 de octubre y su existencia fue confirmada por el propio Trump, aunque no se dieron detalles oficiales de lo que los líderes hablaron. El domingo, cuando volvía de Palm Beach a Washington, el presidente confirmó en el avión presidencial que la llamada había tenido lugar, diciendo a los periodistas: «No diría que fue bien o mal, fue una llamada telefónica».
Según consignó el diario Miami Herald en base a fuentes al tanto de la comunicación, el estadounidense le dio en la llamada un “contundente” mensaje a Maduro para que deje el poder.
«Tenés que abandonar el país ahora», le dijo Trump, según el Herald.
“Podés salvarte y a tus seres más cercanos, pero tenés que abandonar el país ahora”, dijo Trump, ofreciendo incluso un salvoconducto para Maduro, su esposa y su hijo “solo si aceptaba renunciar de inmediato”.
Sin embargo, el presidente de Venezuela se habría negado a dimitir inmediatamente y, según el Herald, hizo una serie de contrademandas, que incluían inmunidad mundial frente a procesos judiciales y que se le permitiera ceder el control político, pero mantener el control de las fuerzas armadas.
“Primero, Maduro solicitó una amnistía global por cualquier delito que él y su grupo hubieran cometido, y esta fue rechazada”, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
“Segundo, pidieron mantener el control de las fuerzas armadas, similar a lo que ocurrió en Nicaragua en 1991 con Violeta Chamorro. A cambio, permitirían elecciones libres”. El acuerdo, agregó la fuente, se asemejaba a un “modelo cubano” que dejaba a los hermanos Ortega como el verdadero poder tras bambalinas y, en última instancia, ayudó a allanar su regreso al gobierno.
«Tenés que abandonar el país ahora”, dijo Trump a Maduro.»Tenés que abandonar el país ahora”, dijo Trump a Maduro.
El gobierno también rechazó esa propuesta. El tercer punto de fricción fue el momento oportuno: Washington insistió en que Maduro renunciara de inmediato, y Caracas se negó.
El periódico afirmó que no ha habido más contacto directo entre Trump y Maduro, aunque el venezolano habría solicitado una segunda llamada el fin de semana pasado después de que Trump declarara el espacio aéreo de Venezuela “cerrado en su totalidad”.
“El gobierno de Maduro… no recibió respuesta”, aseguró el Herald, que señaló que la primera conversación fue facilitada por Brasil, Qatar y Turquía.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense viene incrementando al máximo la presión a Venezuela con ataques a embarcaciones que supuestamente trasladan droga en el Caribe y el Pacífico, matando con misiles a más de 80 personas. También ha estacionado en la zona al portaviones más grande y moderno del mundo, el USS Gerald Ford, más destructores, submarinos y aviones de guerra, en una ofensiva bautizada “Operación Lanza del Sur”, que incluye 15.000 efectivos.
El presidente, que ha designado a Maduro como líder del Cartel de los Soles, también dijo la semana pasada que Estados Unidos detendría el tráfico de drogas venezolano por tierra «muy pronto».
En un indicio de que podría estar preparando una ofensiva que vaya más allá del mar, Trump citó este lunes a ministros claves y altos mandos militares a una reunión en el Salón Oval para evaluar el caso venezolano. Asisten el secretario de Guerra (ex Defensa) Pete Hegseth; el jefe del Estado Mayor Conjunto general Dan Caine; el secretario de Estado y Asesor de Seguridad Nacional Marco Rubio; la jefa de Gabinete Susan Wiles y el subjefe Stephen Miller, entre otros.
Los expertos señalan que Trump no lanzaría un ataque a gran escala en Venezuela sino que la ofensiva podría limitarse a bombardeos dirigidos a objetivos específicos como pistas de aterrizaje, puertos e instalaciones vinculadas al tráfico de droga. Maduro ha dicho que se prepara para resistir la “ofensiva del Imperio”.
Con todo el despliegue en el Caribe, Trump evalúa con cuidado qué opción tomar en Venezuela. Por un lado, le gustaría anotarse un triunfo militar como fue con su operación quirúrgica contra instalaciones nucleares en Irán, donde no murió ningún soldado estadounidense y así desviar un poco la atención de los problemas económicos internos que perciben los estadounidenses y el caso Epstein.
Pero por otro, el jefe de la Casa Blanca enfrenta fuertes presiones internas de su electorado que no quiere que el país se vea envuelto en conflictos lejanos. Por eso habría un enfoque más “dialoguista” de Trump.
Una ofensiva militar dentro de Venezuela podría traerle un dolor de cabeza. De hecho, un 70 % de los estadounidenses se opone a una potencial intervención militar en ese país según una encuesta de CBS.
Fuente: Clarín
