Es la apoteosis de la politización de la justicia entrerriana, el destino de un condenado, depende de las especulaciones electorales de un Gobernador.

Por Emiliano Damonte Taborda

Optimismo limitado

Leyendo Redes de Noticias, el optimismo que me produjo el fallo contra el ex Gobernador Urribarri, encontró su límite en este párrafo:

 «Las defensas tendrán que recurrir a la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) con el objetivo de revertir la situación de los condenados.»

¡Paf! En un segundo pensé que el STJ de Entre Ríos es el jardín de la casa de Bordet y el pelotero de Giano, pero sobre todo fue devastante la impresión que me causó ver que la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia, está presidida por por la Doctora Claudia Mizawak, otrora abogada del hoy caído en desgracia ex Gobernador. 

Que la Justicia entrerriana es hoy casi completamente vasalla del poder político, no es novedad. Toda la gestión de Gustavo Bordet ha sido un incesante atropello a la Justicia. No es esto, que ya hemos destacado decenas de veces en decenas de notas, de lo que quiero hablar. 

Lo que surge de todo este razonamiento, es que la suerte del ex Gobernador Sergio Urribarri, hoy, lejos de estar en manos de la Justicia, está en manos de Gustavo Bordet, el propietario del STJ. 

Establecido esto empecemos a especular. 

Especulaciones entrerrianas

El Peronismo entrerriano va camino a ser uno de los pocos oficialismos provinciales que perderá la gobernación. Las opiniones sobre los motivos son variadas, pero para mi es muy claro que la apatía y el mediocre personalismo de Bordet han tenido mucho que ver con esto.  

¿Donde le conviene a Bordet que quede Urribarri?

Bordet es percibido por muchos como un enemigo de la institucionalidad, ha cansado con sus atropellos a votantes moderados. Por otro lado es claro que la falta de unidad del peronismo entrerriano tiene que ver con su falta de liderazgo, con la incapacidad que ha demostrado para llegar a acuerdos sólidos por ejemplo con Enrique Cresto. Hoy Bordet es líder porque es Gobernador y maneja la caja, ni más ni menos. 

Entonces. ¿Qué le conviene hacer a Bordet? 

Urribarri condenado

Si le baja el pulgar a Urribarri, dará una fuerte señal. El sistema hoy exige una víctima para seguir funcionando aceitado. Al aparato de extracción de fondos del Estado que dejó al descubierto la Fiscal Cecilia Goyeneche, se le infligió un golpe que lo dejó tecleando. A esta altura, la condena de un personaje como Urribarri, le daría una bocanada de oxígeno importantísima para sobrevivir y esconderse detrás, esperando tiempos mejores. ¿Pero se animará Bordet? ¿Correrá el riesgo de ser visto como un traidor por los suyos, que no son tan suyos? 

Urribarri libre

En cambio, podría decidir respaldar al ex Gobernador y dar una señal fuerte de liderazgo dentro del dividido peronismo entrerriano, demostrando que la estructura de control con la que maniató a la justicia provincial, ha sido un instrumento útil para el partido. Esto, desde una mirada peronista podría ser una gran movida, no dudo que Bordet este fuertemente tentado por este camino, pero implica un riesgo letal. Es que si como todo parece indicar, Frigerio termina ganando las elecciones, Bordet habrá liberado a un corrupto y no habrá sido capaz de mantener el poder, a pesar de todas las manipulaciones perpetradas, y quedará definitivamente estigmatizado por la derrota. 

La política se sustituyó a la justicia

Duele decirlo, pero hoy, al menos en lo que respecta a su situación frente a la justicia, el futuro del ex Gobernador condenado por corrupción Sergio Urribarri, no está demasiado en manos de la Justicia, sino más bien en manos de quién se ha sustituido a esta, Gustavo Bordet. Es la apoteosis de la politización de la justicia entrerriana, el destino de un condenado, depende de las especulaciones electorales de un Gobernador.

La dejo picando ahí para que reflexionen el fin de semana. Son todas especulaciones de café, tal vez sin demasiada importancia. Bordet tiene una papa caliente entre las manos, que no le debe causar ninguna gracia. Al final termina siendo victima del sistema que Busti diseñó, y el perfeccionó.

Esperemos no ofender a nadie, y si alguno se ofende, mucho mejor.