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Especulaciones entrerrianas: se bajó Cresto, no hay rival para Frigerio

Por Emiliano Damonte Taborda

Gobiernos provinciales fuertes que han crecido a la sombra de la intrascendencia de Alberto Fernández. Lo demuestra Sanz en Salta, pero también su vecino Morales en Jujuy. En Entre Ríos, a pesar del dominio incontrastable que ha ejercido Bordet sobre las instituciones, la situación aparece diferente. Con Cresto (único Peronista con tropa propia) fuera de la pelea por la gobernación, la figura de Frigerio se vuelve casi incontrastable. 

La salida de Cresto de la contienda por la Gobernación le allana el camino a Rogelio Frigerio
La salida de Cresto de la contienda por la Gobernación le allana el camino a Rogelio Frigerio

El avance incontenible sobre las instituciones llevado a termino por Gustavo Bordet durante los últimos cuatro años, no es un fenómeno aislado. Hay ejemplos de estrategias similares en todo el país y con colores diferentes. Sanz y Morales son abanderados de este fenómeno. Han ido construyendo poder y ganando espacio tan contundentemente, que las oposiciones en sus provincias hoy no tienen chances de hacerles mella. Para lograrlo no han dudado en modificar leyes electorales, condicionar y perseguir a la justicia y hasta intentar reformas constitucionales, siempre fuertes de un dominio absoluto en las legislaturas provinciales. 

Pero si bien Gustavo Bordet fue extremadamente eficaz en su avanzada sobre las instituciones, no ha conseguido asegurarle a su espacio la continuidad en el Gobierno que hubiera pretendido. 

Hoy, ya ungido Adan Bahl como el candidato del Gobernador entrerriano, ha sido difícil callar y unificar las voces de un peronismo fragmentado que tenía un candidato natural que se bajó hace rato de la pelea. Que nadie crea que Enrique Cresto está analizando participar en las PASO seriamente. 

En la mesa chica del kirchnerismo a nivel nacional, se prevén derrotas escandalosas en los distritos grandes, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Capital, pero también se espera una derrota en Entre Ríos. Enrique Cresto, que no ignora esta situación, hace rato que ha decidido no quemarse en la elección más adversa que enfrentará el peronismo en su historia. 

El peronismo entrerriano es todavía muy peronista, es casi un fenómeno anacrónico, y tenía un candidato natural. Como dice un amigo mío, Enrique Cresto es el último peronista con tropa propia a nivel provincial. La desastrosa gestión del Gobierno Nacional y la intrascendencia electoral de Gustavo Bordet, que gobernó solo para sus guerras políticas los últimos 4 años, sumadas a la aparición aplastante de Rogelio Frigerio con la elección de 2021, han sido factores decisivos para que este tipo de 47 años (un pibe para la política), decida bajarse y le de algo muy parecido a un golpe de gracia a las posibilidades del peronismo entrerriano de poner Gobernador los próximos 4 años en Paraná. 

Veremos las próximas semanas remilgos, juramentos y promesas de todo tipo. Habrá retórica y relato, nadie quiere quemarse este año, pero nadie quiere dar la imagen de traición tampoco.

Solo Enrique Cresto podía enfrentar a Frigerio, que avanza en silencio, total la campaña se la están haciendo Bordet, Cristina, Sergio Massa y Alberto Fernández. Personalmente, no se me ocurre un solo motivo por el que Cresto deba arriesgar su futuro político en este momento. Vendrán tiempos de reconfiguración fuerte de las relaciones de poder en el país, y Entre Ríos no será la excepción. La foto de la derrota, que se la saque otro, parece decir el concordiense.

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