El titular del sindicato “La Fraternidad”, Oscar Ava, aseguró que la reciente ley de estatización del ferrocarril por sí sola no basta. “Tenemos que acompañarla con responsabilidad, cultura del trabajo y la honestidad para hacer las cosas”, enfatizó.
La sanción de la ley reunió un amplio consenso entre todas las fuerzas políticas. “Es lógico que muchos partidos la apoyen porque reactivar la industria ferroviaria socialmente es más que importante. Lo que nosotros tememos como ferroviarios es que nos pase lo que nos pasó con Ferrocarriles Argentinos. Los errores del pasado tenemos que corregirlos. Cuando se formó Ferrocarriles Argentinos y después se privatizó había más personal superior que obreros trabajando en todo el país. Si superpoblamos las oficinas de los ferrocarriles no hay administración que aguante”, indicó el Secretario de conductores de “La Fraternidad”
Admitió que la sociedad en general corresponsabilizó a los trabajadores de la debacle del servicio ferroviario. “Por supuesto. No nos podemos olvidar. Supongamos que se licitaba una compra por una herramienta que salía cinco pesos en el mercado y se comparaba a 15 o 20. Entonces es lógico que iba a llegar el momento que explote. Los que tenemos muchos años dentro del ferrocarril y venimos de otra generación de ferroviarios lo sabemos”.
Además sostuvo que la reciente nacionalización debe ser acompañada por una ley federal de transporte. Y si bien definió como una “oxigenación” el servicio en manos del Estado, enfatizó: “Si estatizamos tenemos que saber qué vamos a transportar”. En esa línea, indicó que una ley de transporte tendría que determinar qué porcentaje se traslada por barco, vía aérea, tren y ruta. “Hoy el ferrocarril en todo el país mueve entre el 5 y 8 por ciento del producto bruto interno y antes era más o menos un 60%. Es inusual. Nunca vi tan deteriorada la industria ferroviaria, a nosotros nos da pena”, indicó.
En la agenda parlamentaria, por ahora, no hay espacio para debatir una ley integral de transporte. “La Fraternidad ha tratado con distintos diputados, se ha reunido con senadores, hemos tenido acercamiento con ministros de transporte y hasta ahora… Un país organizado, no importa quién esté, tiene que tener una ley de transporte porque si no pasa lo que pasa en las rutas, los accidentes que están a la orden del día, están colapsadas, se rompen, se encarecen los fletes, la contaminación es mucho mayor”.
Recalcó que es primordial que haya una simbiosis entre los servicios que presta el tren. “En todo el mundo el tren de pasajeros da pérdida pero lo subsidia el tren de carga”.
En otros países como Estados Unidos, Francia, España o Italia rige este modelo. “Tuve la oportunidad de llevar un contingente de Corea del Sur por toda la Mesopotamia y uno de ellos era conductor de un tren de carga que anda a 160 Km/h y otro de un tren de pasajeros que desarrolla 300 km/h. Nos honró que llegaran a creer que nosotros éramos ingenieros por la capacitación. Porque tienen las mismas máquinas que nosotros. Los corregí y les dije que no éramos ingenieros, fuimos capacitados en su época por el Estado”.
ELECCIONES
Sin ingenuidad, asegura que “casualidad o causalidad las mejores inversiones se hayan hecho en la zona donde está el mayor electorado del país. El mejor ferrocarril, empresas con buenas máquinas, los mejores durmientes. Bienvenido sea, pero nosotros también existimos y somos ciudadanos argentinos. No sé, ¿Mandrake el mago va a recuperar la carga, los buenos clientes que teníamos, el tráfico internacional? Me preocupa. A mí por defender la industria ferroviaria me han cuestionado, me han injuriado. No he contestado las injurias porque yo a los únicos que les tengo que responder es a mis compañeros y al secretario nacional que confió en mí. Nosotros vamos a seguir luchando por el ferrocarril”.
TIEMPOS DIFÍCILES
La traza nueva que une La Criolla con Chajarí presentaba semanas atrás falencias en varios tramos de vías. Al respecto, Oscar Ava informó que la situación no se revirtió. “Se para la circulación pero a las 72, 94 horas se corre el mismo riesgo. Los trabajos de reparación se hacen pero como los suelos no están compactados lo único que se hizo es emparchar. No se encara una obra y se han perdido millones y millones de pesos haciendo trabajos de contención y se siguen yendo abajo los terraplenes. Es una obra que se recibió en la época de ferrocarriles argentinos y ya vino mal hecha”. La obra se remonta a la construcción de la represa de Salto Grande.
El servicio de carga entre las dos localidades funciona con precaución, “las velocidades que desarrollamos en los lugares críticos son de 5, 12, 20 km/h”. En tiempos mejores la velocidad media era de 60 km/h para un tren de carga y algo más para el tren de pasajeros.
El tren de pasajeros con las velocidades actuales dista de ser competitivo. “El colectivo que menos velocidad desarrolla con el material más obsoleto, anda arriba de los 80 km/h”, señaló el dirigente.
Y recordó con añoranza la ciudad ferroviaria e industrial, la Concordia de ataño. “Había trenes de ganado que llevábamos a los frigoríficos, de acá se sacaba el jugo concentrado, la fruta, la madera. Ni hablar de los cereales, se llevaba a Brasil, a Chile. Venía la manzana de Río Negro en los vagones. De la zona cerealera sacábamos arroz. De Los Charrúa salía un tren por día. Entraban los trenes al puerto. Se transportaban miles y miles de toneladas por mes. Era impresionante. Ahora no se transporta ni 100 toneladas, todo va por camión. Hemos perdido sistemáticamente clientes. Ahora estamos moviendo un poco de cemento que va a Paraguay”.
Con las elecciones en la mira, los candidatos a presidente no le han dicho al sindicato qué prioridad ocupará el ferrocarril en caso de ser electos. “Nos debemos al ferrocarril, no tenemos compromisos políticos con nadie. Estamos muy contentos con la ley pero la estatización debe ser acompañada por la responsabilidad, la cultura del trabajo que últimamente se ha perdido”, reiteró.
