En el sentido acto que se realizó este viernes en el centro de la capital entrerriana, la comunidad judía hizo una autocrítica de la sociedad, contundentes acusaciones contra el gobierno nacional por el Memorándum de Entendimiento (MOU) con Irán y cuestionó la justicia y la dirigencia política de estas dos décadas por la falta de voluntad para encontrar y enjuiciar a los culpables del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), a 21 años de la negra mañana porteña en la que murieron 85 personas y hubo 300 heridos. “Se le debe una gran disculpa, un gran perdón, a las víctimas y a los familiares, a la memoria de (Alberto) Nisman y a la sociedad en su conjunto porque no hay justicia”, sentenció en su discurso el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (Daia) en Entre Ríos, Diego Dlugovitzky, apuntó AIM.
Con la consternación de los últimos acontecimientos que significaron un retroceso en la causa que investiga el atentado, pero con la tenacidad y la voluntad de encontrar justicia para reivindicar la memoria de quienes murieron en la masacre de 1992 para cerrar esa profunda herida y dar un paso más en la tolerancia hacia el otro, la comunidad judía —sin la presencia de altos funcionarios públicos del gobierno entrerriano, ni autoridades trascendentes de la capital— recodó a las víctimas de la fatal jornada y lanzó incisivos cuestionamientos al gobierno y la justicia.
“La paz se sostiene en base a cuatro pilares: verdad, justicia, amor y libertad. Pasaron 21 años y estamos en el mismo lugar y en lugar de estar cada vez más cercanos a tener una satisfacción, a una reparación por parte de la justicia, que tiene que ver con la condena a los culpables, parece que estamos cada vez más lejos”, dijo Dlugovitzky, según registró esta Agencia.
En ese sentido, afirmó que “en lugar de tener mayor claridad hay más oscuridad: hace 23 años se reclamaba justicia por los asesinatos en la Embajada de Israel —Buenos Aires, 1992—; hace 21 por quienes murieron por el atentado terrorista en Amia y Daia; después por una investigación absolutamente irregular, que era la conexión local, que encabezaba el ex juez (Juan José) Galeano; luego vino (el fiscal Alberto) Nisman con sus investigaciones y reclamos para que Irán entregue a los acusados; apareció el Memorándum, que desde Daia se advirtió que fue un instrumento inválido para avanzar, ya que desde la práctica de la técnica jurídica no tenía ningún respaldo, pero igual se aprobó a las apuradas y empujones en el Congreso y al año y medio la Justicia lo declaró inconstitucional; hace seis meses apareció muerto Nisman, quien estaba al frente de la investigación de todo esto, luego de una denuncia muy seria que hizo —contra la presidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner, por entorpecimiento a la Justicia en la investigación—, a pocas horas de tener que presentarse en el Congreso a dar explicaciones; y, ahora, que estaba por salir la decisión de Cámara por el memorándum, que en la práctica no existe porque en la contraparte jamás hizo nada en pos de aplicarlo, el gobierno cambió al juez de manera intempestiva e irregular porque parece que iba a tener un fallo contrario( a los intereses del Ejecutivo)”.
“A 21 años en vez de acercarnos a la justicia nos estamos alejando”, lamentó el vicepresidente de Daia Argentina, quien aseguró que “se le debe una gran disculpa, un gran perdón, a las 85 familias que fueron destrozadas en el atentado, a la memoria de Nisman y a la sociedad, porque no hay justicia”, porque si bien es la Justicia quien debería llevar a los acusados a juicio y condenarlos “es la sociedad quien con su movimiento, participación y compromiso debe señalar a los responsables políticos de estos 21 años de impunidad”.
“Este aletargamiento que tenemos como sociedad en el cual permitimos que pasen todas estas cosas merecen que las víctimas y sus familiares tengan un perdón de parte nuestra”, remarcó, quien afirmó que “los muertos de la Amia no podrán descansar en paz si no hay verdad y justicia y nosotros, como sociedad, no podremos vivir en paz si no tenemos un amor fraterno real y libertad absoluta para poder ejercerlo”.
Por su parte, la delegada del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) en Entre Ríos, Lucy Grimalt, explicó a esta Agencia que participó de la conmemoración porque “el atentado representa para la sociedad argentina una herida abierta y constante, por lo que hasta que no haya justicia no podremos descansar en paz”.
“Esto es un gran acto cívico para mantener la llama del pedido de justicia porque sólo así podremos saber quiénes fueron los responsables, cuáles fueron los móviles y por qué Argentina quedó envuelta en esta tragedia que nada tiene que ver con nuestra idiosincrasia, con lo que nuestro pueblo vive después de salir de la negra disctadura cívico-militar-clerical”, indicó.
