A raíz del intercambio de información entre la Dirección Antidrogas de la Fuerza con la Policía y la Fuerza Aérea República Oriental de Uruguay avanzaron en la investigación sobre una organización dedicada al narcotráfico bajo la modalidad de tráfico aéreo irregular. Esos vuelos no autorizados comenzaban en Paraguay donde se realizaba la carga de la drogas para luego ser colocada en Uruguay.
Al comenzar con las investigaciones, los funcionarios pudieron constatar que se trataba de una triangulación que incluía la provincia de Entre Ríos en donde se efectuaban las conexiones operativas y logísticas.
El 26 de septiembre, la Policía uruguaya en su territorio incautó 400 kilos de cocaína, donde la aeronave no fue detenida y se efectuó el pedido de secuestro.
Esto motivó, la solicitud por parte de PROCUNAR y la Gendarmería Nacional ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay para realizar seis allanamientos en Concordia. Como resultado de las inspecciones, los uniformados lograron localizar un avión bimotor con matrícula uruguaya en un hangar de San Salvador, 52.300 dólares, 106.700 pesos, dos escopetas, cinco revólveres, gps y documentación de interés para la causa.
Por disposición del Magistrado Interviniente tres personas quedaron supeditadas a la causa.
