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Goldman Sachs, considera que un acuerdo “light” entre Argentina y el FMI estaría condenado al fracaso

En medio de las dilatadas negociaciones entre el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la restructuración del crédito Stand By por USD 44 mil millones que tomó la Argentina en 2018, el banco de inversión Goldman Sachs advirtió que un acuerdo “light” entre las partes está “condenado al fracaso”. ¿Primeras consecuencias de las movidas diplomáticas de Alberto?

Martín Guzmán y Kristaina Giorgieva

“El FMI no va a resolver los problemas de la Argentina”. Así lo afirmó Alberto Ramos, jefe del equipo de investigación macroeconómica del gigante del Wall Street. En ese marco, el analista consideró que aún con una restructuración del préstamo que contrajo la gestión del ex presidente Mauricio Macri, la economía argentino no se encausará en un sendero de políticas fiscales y monetarias sostenibles tal como pretende el ministro de Economía Martín Guzmán.

“El FMI no va a resolver los problemas de la Argentina”, opinó Ramos en una entrevista con el portal Bloomberg En Línea. Y remarcó: “Sólo los argentinos y el gobierno argentino pueden resolver sus propios problemas, haciéndose cargo del ajuste necesario”.

Consultado por el programa que presentó el Gobierno al FMI para avanzar con un acuerdo –el propio Guzmán reconoció que la principal diferencia está en la velocidad para reducir el déficit fiscal- Ramos dijo: “El ministro Guzmán opina que un ajuste acelerado de la política fiscal acabará con el crecimiento. Yo opino lo contrario, y creo que el FMI también. No hacer el ajuste fiscal es la vía rápida para no crecer”.

En ese sentido, afirmó que la situación actual es “insostenible”, al tiempo que consideró que el Ejecutivo no debería atribuirse el mérito del crecimiento en 2021.

“Eso fue sólo un rebote de la severa contracción provocada por Covid-19 en 2021. Lo que sabemos es que las políticas actuales conducen al estancamiento económico y de hecho a la contracción, y a una inflación muy alta. No funcionan, fin de la historia. Insistir en ellas sería un gran error”, planteó el economista de Goldman Sachs.

Asimismo, dijo que es necesario hacer el ajuste para reequilibrar la economía, para encontrar el camino del crecimiento sostenible y socialmente inclusivo. “La actual combinación de políticas no conduce a eso. Ese es un gran desacuerdo entre las autoridades argentinas y el FMI”, aseveró.

En ese contexto, Ramos dijo que el FMI no va a resolver los problemas de Argentina. “Sólo los argentinos y el gobierno argentino pueden resolver sus propios problemas, haciéndose cargo del ajuste necesario. El FMI no impone políticas, sino que proporciona asistencia financiera y respalda un determinado conjunto de políticas. Tenemos que alejarnos de la idea de que el FMI es la bala mágica que resolverá los problemas de Argentina”, destacó.

Para Ramos, Argentina se enfrenta a “graves desequilibrios macroeconómicos y está aislada de los mercados internacionales de capitales”. En ese sentido, dijo: “Si no hay acuerdo, será más de lo mismo. Argentina entrará en mora con el FMI, las políticas no cambiarán, el ajuste fiscal no se hará y las cosas seguirán deteriorándose”.

En cambio, analizó: “Si se llega a un acuerdo, una de las opciones es un programa light, en el que el FMI proporcione alguna ayuda financiera con una matriz muy ligera de condicionalidad de políticas. Creo que eso sería un terrible error, porque no movería la aguja de las políticas en Argentina. Si las políticas no mejoran, los resultados macroeconómicos no mejorarán. Ese tipo de programa no beneficia a los argentinos y está condenado al fracaso”.

Según Ramos, el Gobierno no está preparado para aceptar un programa tradicional del FMI que obligue a mejorar las políticas, porque no creen en el ajuste fiscal.

“También estoy convencido de que si hay un programa serio, se descarrilará muy rápidamente. Puede que firmen los papeles, pero después de las primeras revisiones, vas a ver que la ejecución será muy errática, y el FMI suspenderá los desembolsos, y acabarás en el mismo lugar. Con o sin programa del FMI, creo que seguimos teniendo problemas, por lo que es posible que no permita a Argentina recuperar el acceso al mercado”, opinó.

Consultado por algunos ejemplos de programas exitosos del FMI en circunstancias similares, Ramos dijo que hubo varios, como el de Brasil.

“El problema no es el FMI. Son las autoridades. Incluso el anterior acuerdo con Argentina, bajo el gobierno de Macri, que ha sido muy criticado. El programa fracasó, pero creo que deberíamos preguntarnos exactamente por qué fracasó. No creo que estuviera mal diseñado. Hasta que el programa empezó a descarrilarse, la inflación estaba bajando, las tasas estaban bajando y el déficit fiscal se acercaba a cero. El shock del programa fue un shock político y de confianza, donde los resultados de las elecciones primarias sorprendieron a todos”, detalló.

En ese marco, dijo que la alternativa a un programa del FMI es “seguir viviendo con una importante represión financiera y una inflación superior al 50% y sin acceso a los mercados internacionales de capitales”.

En otro tramo de la entrevista con Bloomberg, el economista del banco de inversión se refirió a la emisión monetaria y dijo que la situación es bastante singular en el caso de Argentina.

“A lo largo de los años ha habido una gran y recurrente monetización de déficits fiscales importantes, con una credibilidad política muy baja, que está detrás de la aceleración muy importante de la inflación. La inflación subyacente supera el 55% interanual y ha sido bastante elevada durante un período prolongado. Argentina no tiene mercados locales profundos en los que pueda financiar sus necesidades fiscales, por lo que depende de la bondad de terceros”, afirmó.

Respecto a las consecuencias a largo plazo de la emisión récord que tuvo Argentina en diciembre, dijo: “La demanda de dinero no está aumentando al mismo ritmo que el importantísimo incremento de la oferta monetaria. La credibilidad política y la confianza en la moneda son muy bajas. Así que o bien el Banco Central esteriliza esa emisión emitiendo sus propios pasivos, que ya son más del 100% de la base monetaria, lo que puede socavar la estabilidad financiera en el futuro, o si no monetizan, ese exceso de liquidez acabará presionando los precios”.

Por último, se refirió a la suba de tasa de política monetaria por parte del Banco Central y al anuncio sobre el ajuste y la segmentación de las tarifas energéticas y si consideró que son “pequeños pasos” en función de avanzar con los lineamientos del FMI.

No obstante, consideró que el organismo de crédito internacional “está exigiendo un par de cosas, incluyendo una senda de consolidación fiscal creíble, que no sea excesivamente prolongada”.

“Tengo entendido que las autoridades no están dispuestas a validar eso. Quieren seguir registrando grandes déficits fiscales durante un período muy largo de tiempo, para finalmente alcanzar el equilibrio fiscal sólo en 2027. Eso es demasiado tiempo para un periodo de ajuste, y la economía no lo tolerará. Eso terminará definitivamente en una gran crisis macro y financiera”, sentenció el economista.

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