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Incidentes con la Brigada de Abigeato en San Salvador: un funcionario lesionado y un patrullero con roturas

El hecho se registró durante el fin de semana en General Campos. Desde la Policía se afirma que “pendencieros alcoholizados lesionaron a un brigadista y causaron daños a un patrullero”. Uno de ellos fue detenido, mientras que los restantes fueron identificados.

La Brigada de Abigeato de San Salvador, después de la medianoche (no se especifica el día), en oportunidad de brindar mayor seguridad en el ámbito jurisdiccional de General Campos, al transitar por calle Urquiza, entre Uranga y Medina, los brigadistas Cristian Cáceres, Fabián Martínez, Renzo García y Maximiliano Leiva, observaron estacionada en el medio de la arteria una camioneta, rodeada de seis masculinos que ingerían bebidas alcohólicas.

Al descender los policías para identificar a estas personas, pasaron a tener una provocación mayor, ya que comenzaron los agravios verbales, para luego arrojar sobre el uniforme la bebida que consumían, y lejos de mermar en su provocación, a pesar del accionar disuasivo de los efectivos, comenzaron a arrojar piedras.

Se solicitó apoyo vía radial a Comisaria de General Campos, que acudió de inmediato, lo que evitó que la situación pase a mayores, ya que al final de la reyerta resultó lesionado con un elemento punzante en el muslo izquierdo el sargento Martínez, y con un golpe en la rodilla el sargento Laureiro.

En ese marco, fue detenido Mario, de 37 años, mientras que los restantes pendencieros se dieron a la fuga siendo identificados por sus apodos como Bocha, Facu, Colin y Chano, entre otros familiares y vecinos de estos que se unieron a la gresca, informó la Policía a este diario digital.

Asimismo, como saldo negativo el móvil JP 790 Ford Ranger sufrió una rotura del parabrisas, hundimiento del radiador, abolladura del chasis y levantamiento de pintura.

Ante ello, la fiscal Clara Mondragón dispuso la detención del revoltoso aprehendido en el lugar de los acontecimientos, quedando alojado a disposición de la Unidad Fiscal, por el supuesto delito de resistencia contra la autoridad, daños en bienes del Estado y lesiones leves en la persona del sargento Martínez, “independientemente de identificar correctamente a los otros autores del cobarde ataque a los servidores públicos, quienes ahora deberán dar cuenta a la justicia de su irracional conducta”, se consideró.

 

ASEGURAN QUE LA POLICÍA LES BALEÓ LA CASA

 

En la tarde de este martes, REPORTECUATRO obtuvo en exclusiva la otra versión de los hechos relatados por la Brigada de Abigeato, en General Campos. Héctor “Colin” Romero y Marta Lencina afirmaron que los policías le balearon la casa y que las lesiones que tienen los efectivos fueron “por una mordida de perro”.

Romero comentó que “esa noche estábamos todos tranquilos tomando en la vereda de una casa, y un compañero llegó y dejó la camioneta en el medio de la calle. Al rato, llegó la Policía Rural, pidiendo que le ladeemos la camioneta, entonces nosotros la corrimos”.

Acotó que “al rato, volvieron y nos comenzaron a pegar. Lo que hicimos fue nos defendimos y cuando empezaron a tirar tiros nos metimos a la casa de ella (de Marta)”.

Al ser consultado sobre porqué volvieron al lugar, si los habían insultado a los efectivos, dijo: “No, nada”.

Por su parte, Lencina comentó que “cuando volvieron (los efectivos policiales), empezaron a pegar contra los gurises y que se pongan contra la camioneta. No sé porque les pegaban”.

Contó que “fueron como seis o siete tiros contra mi casa. Encontramos balas, tengo tres chicos dentro de la casa, por suerte, no les pasó nada. Están bien”, destacó.

Romero reclamó que “la Policía siempre se la casan con nosotros. Esa noche ni música pusimos. Ya no tienen marcados. Yo por lo menos, trabajo en el recolector de residuos en la Municipalidad”.

Sobre el relato policial, donde afirman que dos efectivos policiales resultaron heridos, manifestó: “Yo no vi a nadie herido, lo único que vi que salió un perro y lo mordió en el cuarto a uno”, dijo.

Por otro lado, desmintió: “Nosotros no arrojamos piedras a nadie, porque cuando empezaron a tirar tiros, nos metimos en la casa de ella y en ese momento, se fueron y lo llevaron al otro compañero, que es el único que se quedó ahí en la camioneta. Le pegaron, lo esposaron, y lo llevaron. Lo tuvieron del sábado hasta el lunes”.

Luego, agregó que a su compinche “lo trataron más o menos en la Comisaría, esos días que lo tuvieron no le dieron de comer, ni agua”.

 

 

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