Cada año se invierten cerca de 7 billones de dólares en todo el mundo en actividades que causan un impacto negativo directo en la naturaleza, tanto por parte del sector público como del privado, una cifra que equivale aproximadamente al 7% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial; las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza ascendieron aproximadamente a US$ 200.000 millones, pero los flujos de financiación para actividades que dañan directamente la naturaleza superaron en más de 30 veces esta cifra

Inversión suicida
7 billones de dólares al año para ‘destrozar’ la naturaleza. El informe concluye que, en 2022, las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza ascendieron aproximadamente a US$ 200.000 millones, pero los flujos de financiación para actividades que dañan directamente la naturaleza superaron en más de 30 veces esta cifra.
Esta cifra pone de manifiesto una preocupante disparidad entre el capital de financiación destinado a soluciones basadas en la naturaleza y los flujos de capital negativos para la naturaleza, y subraya la urgente necesidad mundial de hacer frente a las crisis interconectadas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los suelos.
Naturaleza
Las soluciones basadas en la naturaleza carecen en extremo de financiación. Las inversiones anuales negativas para la naturaleza superan en más de 30 veces la financiación para las soluciones basadas en la naturaleza que promueven un clima estable y la salud de la tierra y la naturaleza.
A fin de tener alguna posibilidad de lograr los objetivos de desarrollo sostenible, estas cifras deben invertirse, y los verdaderos guardianes de las tierras, como los Pueblos Indígenas, deben figurar entre los principales beneficiarios.
Las conclusiones se basan en un análisis de las corrientes de inversión mundiales, que revela que los flujos de capital privado negativos para la naturaleza ascienden a un valor de US$ 5 billones anuales, 140 veces más que los US$ 35.000 millones de inversiones privadas destinadas a soluciones basadas en la naturaleza.
Flujos financieros negativos
Los cinco sectores que concentran la mayor parte de los flujos financieros negativos (construcción, suministro eléctrico, inmobiliario, petróleo y gas, y alimentación y tabaco) representan el 16% del total de los flujos de inversión en la economía global, pero constituyen el 43% de los flujos negativos para la naturaleza asociados a la destrucción de bosques, humedales y demás hábitats naturales.
El informe de este año es un duro recordatorio de que seguir con el statu quo supone una grave amenaza para nuestro planeta, lo que refuerza la necesidad urgente de realizar una transición hacia prácticas empresariales sostenibles y de poner fin a la financiación destinada a destruir la naturaleza.
La presión normativa en ámbitos clave como la deforestación es cada vez más estricta, lo que significa que las empresas e instituciones financieras que siguen impulsando el problema deben aprovechar al máximo los excelentes datos, orientaciones y marcos normativos ya existentes para comprometerse sin demora con un futuro positivo para la naturaleza.
Subvenciones dañinas para el medio ambiente
El presupuesto público destinado a subvenciones dañinas para el medio ambiente en cuatro sectores (agricultura, combustibles fósiles, pesca y silvicultura) se estima en US$1,7 billones en 2022.