DOHA/EL CAIRO/JERUSALÉN, 15 ene (Reuters) – Hamás e Israel alcanzaron un acuerdo para un cese del fuego en Gaza que, según mediadores, entrará en vigor el domingo e incluirá la liberación de rehenes retenidos allí durante 15 meses de derramamiento de sangre que devastó el enclave palestino e inflamaron Oriente Medio.
El complejo acuerdo por fases establece un alto el fuego inicial de seis semanas con la retirada gradual de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, donde han muerto decenas de miles de personas. Los rehenes tomados por el grupo militante Hamás , que controla Gaza, serían liberados a cambio de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
En una conferencia de prensa en Doha, el primer ministro qatarí, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, dijo que el alto el fuego entraría en vigor el domingo. Los negociadores están trabajando con Israel y Hamás en los pasos para implementar el acuerdo, dijo.
«Este acuerdo detendrá los combates en Gaza, aumentará la muy necesaria asistencia humanitaria a los civiles palestinos y reunirá a los rehenes con sus familias después de más de 15 meses de cautiverio», dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, en Washington.
A pesar del avance, los residentes dijeron que los ataques aéreos israelíes continuaron el miércoles por la noche en Gaza, donde más de 46.000 personas han muerto en el conflicto, según las autoridades sanitarias locales. Los ataques en la ciudad de Gaza y el norte de Gaza mataron al menos a 32 personas, dijeron los médicos.
Un funcionario palestino cercano a las conversaciones dijo que los mediadores estaban tratando de lograr que ambas partes detuvieran las hostilidades antes de que comience la tregua el domingo.
Los palestinos respondieron a la noticia del acuerdo celebrando en las calles de Gaza, donde han sufrido una grave escasez de alimentos, agua, refugio y combustible. En Khan Younis, multitudes abarrotaron las calles entre el sonido de las bocinas mientras vitoreaban, ondeaban banderas palestinas y bailaban.
«Estoy feliz. Sí, estoy llorando, pero son lágrimas de alegría», dijo Ghada, una madre desplazada de cinco hijos.
En Tel Aviv, las familias de los rehenes israelíes y sus amigos se alegraron con la noticia y dijeron en un comunicado que sentían «una alegría y un alivio abrumadores (por) el acuerdo de traer a nuestros seres queridos a casa».
La aceptación del acuerdo por parte de Israel no será oficial hasta que sea aprobado por el gabinete de seguridad y el gobierno del país, y las votaciones están previstas para el jueves, dijo un funcionario israelí.
Se esperaba que el acuerdo obtuviera aprobación a pesar de la oposición de algunos miembros de línea dura del gobierno de coalición del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, incluido el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien repitió su condena del acuerdo el miércoles.
Netanyahu llamó a Biden y al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para agradecerles y dijo que visitaría Washington pronto, dijo su oficina.
En un comunicado en las redes sociales anunciando el alto el fuego, Hamás calificó el pacto como «un logro para nuestro pueblo» y «un punto de inflexión».
DESACTIVAR LAS TENSIONES REGIONALES
Si tiene éxito, el alto el fuego detendrá los combates que han arrasado gran parte de la densamente urbanizada Gaza y desplazado a la mayor parte de la población que tenía el pequeño enclave antes de la guerra, de 2,3 millones de personas.
Eso, a su vez, podría desactivar las tensiones en todo el Medio Oriente, donde la guerra ha avivado el conflicto en Cisjordania ocupada por Israel, en Líbano, Siria, Yemen e Irak, y ha generado temores de una guerra total entre los archienemigos regionales Israel e Irán.
La primera fase del acuerdo implica la liberación de 33 rehenes israelíes, incluidas todas las mujeres, niños y hombres mayores de 50 años. Dos rehenes estadounidenses, Keith Siegel y Sagui Dekel-Chen, estaban entre los que serían liberados en la primera fase, dijo una fuente.
El acuerdo exige un aumento de la asistencia humanitaria a Gaza, y el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, destacó que «la prioridad ahora debe ser aliviar el tremendo sufrimiento causado por este conflicto».
Tanto la ONU como el Comité Internacional de la Cruz Roja dijeron que se estaban preparando para ampliar masivamente sus operaciones de ayuda.
El pacto es el resultado de meses de tortuosas negociaciones intermitentes llevadas a cabo por mediadores egipcios y qataríes, con el respaldo de Estados Unidos, y se produce justo antes de la toma de posesión presidencial de Trump el lunes.
El presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, dio la bienvenida al acuerdo en una publicación el día X, al igual que líderes y funcionarios de Turquía, Gran Bretaña, las Naciones Unidas, Jordania, Alemania y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
En su sitio de redes sociales Truth Social, Trump dijo que el acuerdo no habría sucedido si no hubiera ganado las elecciones estadounidenses en noviembre.
El enviado de Trump a Medio Oriente, Steve Witkoff, estuvo en Qatar junto con los enviados de la Casa Blanca para las conversaciones, y un alto funcionario de la administración Biden dijo que la presencia de Witkoff era fundamental para llegar a un acuerdo después de 96 horas de intensas negociaciones .
Biden dijo que los dos equipos habían «estado hablando como uno solo», aunque la administración de Trump se encargará en gran medida de la implementación del acuerdo.
UN CAMINO PELIGROSO POR DELANTE
El camino que queda por delante es complejo y probablemente habrá campos minados desde el punto de vista político. Las familias de los rehenes israelíes expresaron su preocupación por la posibilidad de que el acuerdo no se implemente en su totalidad y que algunos rehenes se queden en Gaza.
Las negociaciones para la implementación de la segunda fase del acuerdo comenzarán el día 16 de la primera fase, y se espera que esta etapa incluya la liberación de todos los rehenes restantes, un alto el fuego permanente y la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza.
Se espera que la tercera etapa aborde la devolución de todos los cadáveres restantes y el inicio de la reconstrucción de Gaza supervisada por Egipto, Qatar y las Naciones Unidas.
Trump dijo que utilizaría el acuerdo de alto el fuego como impulso para ampliar los Acuerdos de Abraham, acuerdos respaldados por Estados Unidos alcanzados durante su primera presidencia en 2017-2021 que normalizaron las relaciones de Israel con varios países árabes.
Si todo va bien, los palestinos, los estados árabes e Israel aún deben ponerse de acuerdo sobre una visión para Gaza después de la guerra, un desafío formidable que implica garantías de seguridad para Israel y muchos miles de millones de dólares en inversiones para la reconstrucción.
Una pregunta sin respuesta es quién gobernará Gaza después de la guerra.
Israel ha rechazado cualquier intervención del grupo islamista Hamás, que gobierna Gaza desde 2007 y ha jurado oficialmente destruir Israel, pero se ha opuesto casi igualmente al gobierno de la Autoridad Palestina, el organismo creado en virtud de los acuerdos de paz provisionales de Oslo hace tres décadas que ha limitado el poder de gobierno en Cisjordania.
Las tropas israelíes invadieron Gaza después de que hombres armados liderados por Hamás atravesaron las barreras de seguridad e irrumpieron en las comunidades de la zona fronteriza israelí el 7 de octubre de 2023, matando a 1.200 soldados y civiles y secuestrando a más de 250 rehenes extranjeros e israelíes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, la guerra aérea y terrestre de Israel en Gaza ha matado a más de 46.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, y cientos de miles de personas desplazadas luchan contra el frío del invierno en tiendas de campaña y refugios improvisados.