La Asamblea Ciudadana Concordia celebró anoche su segundo año de vida con un acto en el gazebo de la plaza 25 de Mayo. Difundieron un documento en el que definieron como objetivo fundacional de la Asamblea “obtener de los legisladores de nuestra provincia una ley que la proteja de la explotación petrolera. Este objetivo está aún pendiente, encriptado en el silencio y la indiferencia, lo mismo que obtenemos del Concejo Deliberante de Concordia cuando en reiteradas oportunidades trabajamos para solicitar la sanción de una ordenanza que declare al Municipio libre de fracking (fractura hidráulica)”.
En otro párrafo, consignan que en mayo de 2013 se constituyó el Foro Regional contra el fracking que “congrega y unifica el accionar de estas asambleas poniendo el acento en la defensa del acuífero Guaraní. Con mayor conciencia de este avance global que atenta contra la forma de vida de los seres humanos y sus bienes naturales comunes, los concejos deliberantes de veintisiete localidades entrerrianas han sancionado ordenanzas oponiéndose al fracking. En estas localidades viven más de 400.000 entrerrianos que están pidiendo una ley que prohíba la actividad hidrocarburífera”.
Los gratifica el reconocimiento de distintos sectores de la sociedad, pero cuestionan “los aspectos más mezquinos de parte de quienes han sido elegidos para responder y resolver las necesidades del pueblo, pero que movidos por intereses subalternos llegaron inclusive a ejercer acciones represivas e irracionales de violencia armada contra actividades llevadas a cabo por el Foro, evidenciando así una política de criminalización de la protesta social”.
No obstante, “la Asamblea Ciudadana Concordia mantiene la inclaudicable voluntad de no permitir el fracking en nuestra región”.
Aclaran, asimismo, que el fracking no es el único problema medioambiental que los preocupa, también señalaron la proliferación de basurales, el desmonte de bosques para implantar monocultivos y la consecuente utilización de agrotóxicos y semillas transgénicas. “Nos preocupa los efluentes contaminantes, las cianobacterias (verdín) que desde el lago de Salto Grande navegan aguas abajo por nuestro otrora cristalino río Uruguay causando daños a los bañistas de impredecibles alcances”. Proponen, en cambio, iniciar acciones que conduzcan a una rápida transición hacia la utilización de fuentes de energía renovable y poco contaminante.
Facundo Scattone, una de las caras visibles de la Asamblea, contó que el derrumbe del precio del barril en el mercado mundial se cobró sus primeras víctimas. “En Estados Unidos una de las empresas quebró la semana pasada más que nada por la especulación financiera que hay en torno al fracking y por la caída del precio del petróleo. Es más, ahora Estados Unidos está buscando irse a México porque los pozos ya no le son rentables. El fracking al principio tiene una rentabilidad muy fuerte pero en el segundo y tercer año baja rotundamente. Entre un 30 y un 60%. Por eso tienen que estar perforando todos los años entre 200 y 500 pozos”.
“Estados Unidos tiene un margen de mil perforaciones por año, entonces puede llegar a ser rentable para una empresa pero si se suman los daños ambientales, las expropiaciones de campos, cómo afecta, no solo la salud sino el cambio en las ciudades y sus actividades productivas. Cambia la vida misma”, agregó.
Indicó también que en la localidad de Denton (Texas) se comprobó científicamente la relación entre sismos y fracking. Y un estudio hecho por una universidad norteamericana demostró “de manera muy clara, cómo cuando se hacía fractura hidráulica aumentaban los sismos y cuando se dejó de hacer disminuyeron”.
El anuncio sobre descubrimiento de reservas petroleras en Uruguay en la misma zona denunciada por los asambleístas, no sorprendió a Scattone. “Cuando parábamos los camiones sísmicos, los parábamos porque sabíamos que se venía el fracking. Lo que Uruguay dice es que hay una potencialidad de llevar a cabo la extracción de hidrocarburos y dicen ellos (ANCAP y la multinacional Petrel) que se estiman reservas entre 2 y 242 millones de barriles de petróleo. Si hay dos no es rentable, pero si hay 242 sí es rentable, para la empresa no para el pueblo uruguayo”.
Remarcó que “la ciudadanía uruguaya está muy alerta, más desde los sucesos en la ruta en agosto del año pasado; hemos tenido muchas conexiones con Uruguay”. En Salto, sostuvo, no había movimientos contra el fracking hasta los incidentes con la represión de gendarmes. Actualmente hay uruguayos que escriben en las ciudades “No al Fracking”. “Hoy en día hay movimientos en Tacuarembó, en Paysandú, incluso en algunos campos no se les dio paso para hacer la exploración”.
Facundo Scattone explicó que las autoridades uruguayas aseguran que no hallaron petróleo no convencional sino convencional, pero la empresa multinacional Petrel dice que es no convencional. “Hay una contradicción entre ambos discursos. Además, nos parece sospechoso que ANCAP diga que el petróleo convencional que se encontró está a más de 2000 metros de profundidad, lo que es muy extraño porque el petróleo convencional se encuentra entre los 700 y 1500 metros.
La sanción de la nueva Ley de hidrocarburos permite en el país el uso del fracking, mientras que en Uruguay “ni se permite, ni se prohíbe. Hay un vacío legal”, concluyó el activista.
