La Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (CECNEA) hizo público un documento en el que sienta posición tras la decisión unilateral de la Unión Europea de suspender las compras de naranjas argentinas, con la excusa de que se habrían detectado frutas con la enfermedad conocida como “mancha negra”.
La entidad advierte que la suspensión origina un “grave perjuicio económico” al citrus dulce del NEA, a la vez que “inmerecido”, ya que la medida “no fue precedida por una sola detección de ‘mancha negra’ en naranjas producidas en la región noreste de la Argentina”.
Es por ello que la CECNEA pide que el citrus dulce reciba de ahora en más un tratamiento sectorial, separado, para que no vuelva a padecer las consecuencias de conflictos comerciales que le resultan ajenos.
“Resulta urgente –agrega- que el Citrus dulce del NEA, destinado mayoritariamente a consumo fresco, que ahora sufre el cierre de mercado europeo por muchas intercepciones de una especie de cítrico totalmente diferente, reciba un tratamiento sectorial en materia fitosanitaria y de ingreso a los mercados, con protocolos propios, en consonancia con lo que la reglamentación de la UE habilita al referirse en su articulado a, ‘terceros países, grupos de terceros países o zonas concretas de terceros países’”.
CECNEA estima que a raíz de la suspensión que impuso Europa, la pérdida económica que sufrirá el sector ronda los 20 millones de dólares. No sólo eso, también pasarán a ser “no requeridos” numerosos puestos de trabajo formales en cosechas y empaques. Un tercer impacto recaerá sobre el mercado interno, puesto que la fruta que no se exportará se venderá fronteras para adentro, originando una sobreoferta y una depresión de los precios.
La Cámara de Exportadores pide a las autoridades que “se comprometan a brindar al sector el acompañamiento del Estado que merece y necesita, a fin de recuperar rentabilidad y competitividad, mediante políticas fiscales concretas que le den impulso, posibilitando la eliminación de derechos de exportación al cítrico dulce; el aumento de los reintegros; la posibilidad de utilizar el saldo técnico de IVA para cancelar impuestos y obligaciones provenientes de la seguridad social; y el acondicionamiento de leyes laborales referidas al trabajo de temporada que permitan aliviar la excesiva carga proveniente de la registración formal y disminuir los niveles de altísima litigiosidad”.
El documento trae a colación que los productores argentinos deben competir “con países de la misma latitud cuyos estados no sólo no recargan con retenciones a sus exportadores, sino que, muy por el contrario, los subsidian”.
Por último, dedican un párrafo al gobierno provincial: “Urge que la provincia de Entre Ríos, que cuenta con productores especializados en exportación históricamente identificados con la actividad y dispuestos una y otra vez a invertir en medio de las adversidades, elabore, en diálogo fluido con CECNEA, quien aglutina la totalidad de los empaques de exportación ubicados en Entre Ríos, una verdadera ‘política exportadora’, acorde a los desafíos de estos tiempos, que respalde de manera efectiva a una economía regional que genera más de 10 mil empleos formales”.
Aunque el texto no lo explicita, la entidad que agrupa a los exportadores citrícolas habría solicitado en varias ocasiones una reunión con el gobernador Gustavo Bordet, que hasta el momento no se habría producido.