En mayo de 2014 Guillermo Smaldone dejó la titularidad de la cartera laboral para ocupar el cargo de Presidente del Tribunal de Cuentas. Desde ese momento, el organismo quedó formalmente acéfalo, aunque aparezca como su máximo representante el secretario de Trabajo y Seguridad Social, Aníbal Brugna. “Es un indicio más de cuál es la política laboral de este gobierno y qué idea tienen sobre la justicia para el trabajador”, dijo a AIM el secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), seccional Paraná, Claudio Puntel.
El 1 de diciembre de 2011, el Senado de Entre Ríos dio sanción definitiva a la Ley 10.075 que incorporó a la Ley de Ministerios 9.958, el ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Once días después, el joven abogado Guillermo Smaldone juró como ministro.
Más allá de los fundamentos que se esgrimieron en su momento para la elevación a ministerio del organismo, en mayo de 2014 hubo movimientos en el Tribunal de Cuentas y Smaldone asumió la presidencia del organismo, quedando acéfala la cartera laboral. Si bien quedó a cargo el secretario de Trabajo y Seguridad Social Aníbal Brugna, nunca se lo nombró para ocupar el cargo de su antecesor y, aunque se especuló con que el Poder Ejecutivo designaría a un nuevo Ministro, eso nunca ocurrió. Pasaron más de 14 meses.
“Mientras avanza la precarización laboral de muchos trabajadores, donde el 40 por ciento de los empleados del estado están en esta situación, con puestos en negro, sin posibilidad de blanqueos de salario, el hecho de que no haya un ministro de Trabajo es un indicio más de cuál es la política laboral de este gobierno y qué idea tienen sobre la justicia para el trabajador”, cuestionó el titular de Agmer Paraná Claudio Puntel.
Para el dirigente del gremio docente, esta decisión “es coherente con lo que hace este gobierno” y eso explica que “en todo lugar donde los trabajadores pueden organizarse lo que surge es lucha”.
Queda sobrevolando la pregunta sobre por qué, si era tan importante la creación ministerio, cuando salió el actual titular del Tribunal de Cuentas no hubo reemplazo. Hay quienes piensan que sólo se trató de movimientos políticos coyunturales.
El supuesto decreto que dejó al frente a Brugna, lo habilita para la firma de despachos que, según la temática, serán luego refrendados por el ministro del área que corresponda. Se entendía como una medida provisoria, pero se extendió y nada hace pensar que a tan poco tiempo de las elecciones pueda haber cambios al respecto.
