Las autoridades de la Asociación Cooperadora de la escuela de nivel medio “Cesáreo Bernaldo de Quirós”, conocida en Concordia como “Artes Visuales”, presentaron los 9 equipos de aire acondicionado que fueron adquiridos con recursos propios para equipar todas las aulas de la institución.
La presidenta de la Cooperadora, María Rosa Said, explicó a diario NOTICIAS con gran entusiasmo que gracias al aporte de los padres de los alumnos y a las actividades que realizan junto con el alumnado para juntar fondos se pudo dar el gran paso de comprar equipos de aire acondicionado para equipar las nueve aulas que tiene la escuela en sus dos plantas superiores. Los equipos de aire acondicionado, sólo frío, estaban siendo instalados el sábado por personal contratado por la Cooperadora para complementarse con los equipos de calefacción con que cuenta la escuela desde que se construyó el nuevo edificio, de manera de tener los ambientes climatizados todo el año y hacer más agradable el tiempo que los alumnos pasan en la institución.
Sin embargo, el entusiasmo de las autoridades de la Cooperadora y de la rectora de la escuela, Nora Valentinuz, se choca con la realidad que vive la escuela debido a que los trabajos inaugurados por el gobernador Sergio Urribarri el 31 de agosto de 2012 todavía no están definitivamente terminados o funcionando adecuadamente.
Por caso, los calefactores instalados –del tipo radiadores- pudieron ser utilizados sólo en el invierno de 2013 y con una fuerte presencia de olor a gas todo el tiempo. Alguien sugirió que podía ser una salida normal (a modo de venteo), pero la tragedia de Rosario en la que explotó un edificio por una fuga de gas en agosto de ese año provocó la alarma de la comunidad educativa que llevó a hacer una revisión exhaustiva que determinó que había una fuga importante y desde entonces no se pudieron volver a utilizar.
La instalación de los equipos de aire acondicionado implica un desafío enorme para la escuela. Porque la instalación eléctrica nunca pudo adecuarse a los requerimientos del edificio al punto tal que la construcción, inaugurada en 2012, no pudo tener el certificado de final de obra debido a que ese aspecto no está resuelto. Amén de otros problemas de construcción como la presencia de humedad en algunas paredes o problemas de goteras o de condensación en algunos techos.
La escuela tiene tres plantas y fue dotada de un ascensor, que no se puede usar ni siquiera en los casos de personas con movilidad reducida, debido a que la instalación eléctrica no soporta el consumo.
“La instalación eléctrica es hoy el tema primordial”, aseguró a NOTICIAS Mari Falcón, también integrante de la Asociación Cooperadora.
CAMARAS DE SEGURIDAD
Además de los equipos de aire acondicionado, la Asociación Cooperadora encaró la compra e instalación de cámaras de seguridad debido a que la escuela ha sido víctima de algunos robos. La intención es dotar a la escuela de las 16 cámaras que necesita para cubrir todos los sectores, pero hasta hoy se han instalado 8 cámaras en los sectores más vulnerables. Las integrantes de la Cooperadora y la rectora de la escuela contaron a NOTICIAS que cursaron notas a entidades públicas cuyas autoridades suelen aparecer efectuando aportes, pero que no obtuvieron respuestas favorables. Por ello, continuarán con la recolección de fondos para completar la inversión necesaria.
“El Estado no aporta absolutamente nada”, expresaron y contaron que ni siquiera para el funcionamiento pedagógico de la institución, como para los boletines de calificaciones o inasistencias, llegan recursos suficientes. Para la limpieza y mantenimiento tampoco llegan fondos adecuados o para los insumos cotidianos como tizas o borradores. Por todo ello, el papel de la Asociación Cooperadora se vuelve vital para las escuelas en cuestiones que deberían ser atendidas por el Estado. Además de los sueldos del personal, el Estado paga sólo la factura de electricidad: de ahí en más, la factura del teléfono, el abono a internet o la emergencia, deben ser costeados por los padres, que ya aportan para la educación pública a través de los impuestos.
La Cooperadora vive de una cuota de 400 pesos anuales que se les pide a los padres, pero que no puede ser impuesta y como se trata de una contribución voluntaria, en el caso de la escuela Quirós, aporta alrededor de un 30% del alumnado. La escuela cuenta con 500 alumnos en el nivel secundario y 300 en el superior. El resto de los fondos se consigue con beneficios que organiza la Cooperadora, como rifas o venta de comidas que preparan los propios padres.
“Yo fui personal de esta escuela y quiero verla progresar y que los chicos tengan lo necesario”, dijo a NOTICIAS María Rosa Said, quien contó que se prepara para dejarles paso a nuevas integrantes de la Asociación. Mari Falcón aseguró que es muy motivador ver gente como María Rosa que trabaja y se preocupa por la escuela y que “sería muy importante concientizar a los demás papás para que se acerquen y vean que poniéndose la camiseta de la escuela se pueden hacer muchas cosas por los chicos”.
Nora Valentinuz y María Rosa Said destacaron la actitud de los chicos para con la escuela y con el edificio nuevo conseguido después de años de gestiones y reclamos que incluyeron manifestaciones callejeras y cortes de calle.
