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La debacle del Peronismo de la zona Centro, un golpe que solo deja a flote lo peor

El resultado en Santa Fe comienza a definir un panorama oscuro para el Peronismo. La victoria del radical Pullaro se daba por hecha, y la confirmación de su contundencia con una cantidad reforzada de votos, con mayoría en las Cámaras provinciales y una asistencia a las urnas que se incrementó respecto a las PASO, no genera demasiada sorpresa. Se perfila un panorama oscuro para el peronismo por muchos años en manos de su versión «carroñera».

Bordet, Perotti y Schiaretti. Un trío que terminó desdibujandose en la inconsistencia de sus especulaciones
Bordet, Perotti y Schiaretti. Un trío que terminó desdibujandose en la inconsistencia de sus especulaciones

Los Gobernadores  Peronistas de la Zona Centro, desdibujados y golpeados

Hay un peronismo que encontraba su mejor manifestación en los Gobernadores de la zona centro, Schiaretti de Córdoba, Perotti de Santa Fé y Bordet de Entre Ríos, que sin dudas termina siendo el gran perdedor de esta época. En algún momento ese trío ilusionó, hizo que algunos pensaran en una alternativa peronista válida a un kirchnerismo que amenazaba con llevarse puesto todo en su colapso, en su retirada hacia la Provincia de Buenos Aires. Algún acto los encontró a los tres juntos y por un segundo solo, parecía que estos tres Gobernadores considerados más cercanos a la producción, podían ser una esperanza para quienes veían otro peronismo posible. Pero los tres se desdibujaron en sus inconsistencias. El primero fue Bordet, y este simplemente se desdibujó porque no tenía nada que ver con los otros dos. Entre Ríos es una provincia paralizada hace décadas, sin caminos, sin gas, sin electricidad en vastas zonas rurales, y con una carga impositiva record. Bordet solo pertenecía a ese grupo por cuestiones geográficas, y colapsó aplastado por sus propias indefiniciones y la pobreza de su gestión.

Perotti mantuvo una buena relación con los sectores productivos en Santa Fe, mostró mano firme con los sindicatos y en algún momento llamó la atención por ser uno de los que se le podían parar de manos al desgobierno de Alberto Fernández y Cristina. Sin embargo todo quedó en amague, y la verdad es que nunca logró mostrarse claramente activo e influyente en el principal problema santafecino, la inseguridad. La gestión de Perotti no pudo hacerse cargo y nunca logró que el Gobierno Nacional lo asistiera, y por otro lado, se mostró incapaz de hacer pesar en las urnas, una administración que en los números fue austera y bien direccionada, considerando las dificultades del período.   

Schiaretti es sin dudas el más sólido de este trío, pero se embarcó mal y tarde, tal vez porque nunca creyó en sí mismo. Esperó a Larreta hasta último momento y dejó de lado su propio proyecto, tal vez por miedo a no tener alcance nacional. Hoy se embarcó en una aventura presidencial desabrida, que quedará en el olvido, habiendo ya sufrido una humillante derrota por parte de MIlei en su propia casa en las PASO. Poco, muy poco, para un tipo que parecía estar en condiciones de comerse la cancha. Los mató la especulación. 

 

Cristina los dejó pagando a todos

Cristina decidió hace mucho tiempo no dar pelea. Dijo hace mucho que según su opinión, el Peronismo no tiene chances en esta elección. Lo dijo y no le creyeron. Armó su retirada hacia la Provincia de Buenos Aires a la vista de todos, y ungió  a Sergio Massa para que encare la aventura más imposible de su vida, y termine chocando de frente contra el paredón que ellos mismos construyeron. Asi todos lentamente se van encaminando hacia un retiro al cobijo de las enormes “Cajas” de la Provincia de Buenos Aires. A Wado de Pedro no lo “cagaron” cuando lo bajaron. Desde la más profunda convicción de Cristina Kirchner, a Wado de Pedro lo salvaron de ir a chocar de frente, le salvaron la vida política. 

Lo que sorprende es que Cristina los dejó pagando a todos, pero lo hizo a la luz del día, sin prometer nada diferente. La muñeca política de Massa, podría terminar siendo, y casi seguramente será así, la muñeca con la que firmó el certificado de defunción de su sueño presidencial. Creyó ser capaz de dar pelea contra todas sus contradicciones, sus incoherencias, y sus mentiras flagrantes. Creyó que podría ser Ministro de Economía de un país en pleno colapso y ser candidato a Presidente con alguna esperanza de éxito, y todo le empieza a indicar que quedará afuera de toda discusión y terminará siendo el responsable político de la derrota.  

 

La carcaza y un Peronismo carroñero

Con Schiaretti, Perotti y Massa, el Massa de hoy, un híbrido indescifrable que pasó de meter preso a los ñoquis de La Cámpora a empapelar la Provincia de Buenos Aires con su foto al lado de Kicillof, con estos tipos afuera, solo queda el peronismo Camporista cultor de la Religión de la CAJA, y el populismo estilo Capitanich – Insfrán, que de ninguna manera tiene intenciones de correrse de la escena política. 

El Peronismo termina de perder su lado más sensato y queda en manos de quienes lo dinamitaron, y que están dispuestos a vivir entre sus ruinas por tiempo indefinido. El populismo sin otras banderas que las de la CAJA se queda con la carcaza peronista, desde la que seguramente tentará alguna remontada en los próximos años. ¿Muerto? No, de ninguna manera, nunca dar por muerto al Peronismo. Desnudo, empobrecido y envilecido, eso sin dudas. Alguno me dirá que me olvidé del sindicalismo. !Ja! Esos ya están negociando con quien puedan, la continuidad de su sistema de subsistencia…

 

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