El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer este martes 14 de enero de 2025 el último dato de inflación de diciembre de 2024, que fue de 2,7%. Así, el año terminó con 117,8%.
Se trata de una leve suba con respecto al mes pasado, cuando el dato había sido de 2,4%, el más bajo desde julio de 2020. En la previa, las consultoras privadas habían adelantado que el dato podría ubicarse entre 2,2% y 2,9%.
La inflación acumulada en 2023 había sido 211,4%. El 117,8% de 2024, en tanto, corresponde al primer año calendario completo del gobierno de Milei.
«El octavo mes consecutivo de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior», celebró Luis Caputo, ministro de Economía, sobre el dato que salió en simultáneo con el informe de Canasta Básica.
La división de mayor aumento en diciembre fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con 5,3%. Se debió a los incrementos en Alquiler de la vivienda y gastos conexos y Electricidad, gas y otros combustibles, explicó el INDEC. Le siguió la división Comunicación (5,0%), por las subas en Servicios de telefonía e internet. En tanto, restaurantes y hoteles se ubicó en 4,6%.
La división con mayor incidencia en el nivel general fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,2%) en cinco regiones, por los aumentos en Carnes y derivados, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos; mientras que en GBA, la incidencia más alta se registró en Restaurantes y hoteles (4,6%).
Las divisiones con variación más baja fueron Bienes y servicio varios y Salud (2,1%), Prendas de vestir y calzado (1,6%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%).
En la comparación regional, el Noreste (2,9%) y el GBA (2,9%) se ubicaron por encima del IPC general, mientras que el Noroeste registró un dato igual al nacional y la Patagonia (2,6%), Región Pampeana (2,5%) y Cuyo (2,3%) quedaron por debajo de ese indicador.
El presidente Javier Milei había anticipado que que si la suba de precios se mantenía por debajo de 2,5% iba a reducir el ajuste del dólar oficial a 1% mensual.
Así, mientras el Gobierno apunta a achicar el ritmo de devaluación y a que este converja con la inflación, los analistas esperaban que se consolide la desaceleración y adelantaron que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual en 2025 se ubicaría en dos dígitos, entre 20% y 30%.
La semana pasada, en tanto, se conoció que la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue de 3,3% en diciembre y cerró 2024 en 136,7%.
TEMORES DE CONTAGIO: La inflación de Brasil rozó el 5% en 2024
En medio de los temores por el efecto que podría tener sobre la economía argentina la devaluación del real, Brasil dio a conocer el índice de inflación de 2024, que se ubicó casi dos puntos por encima del objetivo planteado por el Banco Central y cerró el año en un 4,83% tras un aumento del 0,52% en diciembre.
En este contexto, la ley obliga al nuevo gobernador del Banco Central de Brasil (BCB) , Gabriel Galipolo, a escribir una carta explicando por qué no se cumplieron las metas. Una economía caliente y la ansiedad de los inversores por el déficit fiscal han avivado las presiones sobre los precios, lo que ha desgastado a los consumidores y dañado la popularidad del presidente Lula da Silva.
Los responsables políticos liderados por Galipolo se comprometen a tomar las medidas necesarias para llevar la inflación a su objetivo del 3% anual y ya anunciaron planes para llevar la tasa de interés de referencia al 14,25% para marzo.
Pero sus esfuerzos por contener los precios se están viendo complicados por la consternación ante los planes del gobierno para hacer frente a su déficit presupuestario. Aunque Lula ha intentado apaciguar esos temores, un paquete de recortes del gasto desvelado en noviembre quedó muy por debajo de lo que esperaba el mercado.
Frente a este escenario, el real brasileño sufrió una importante devaluación en el pasado reciente hasta caer a un mínimo histórico frente al dólar en diciembre, disparando los costos de las importaciones.