Es que se va haciendo difícil este ejercicio de relatar la realidad, porque se trata de eso. El ejercicio adivinatorio ha quedado fuera de toda posibilidad. Cada lunes hay que entender una argentina nueva, que de nueva no tiene nada, aunque algunos se cambien el nombre, otros postulen el cambio y otros más se hagan llamar “renovadores”. Incluso el panelista rabioso tiene poco de original y de la izquierda ni hablemos. 

Emiliano Damonte Taborda para El Aguijón Noticias

“No hay sincretismo. Hay dominación y resistencia. Hasta que la resistencia no resiste más, y se sienta arriba del Pinocho”

Enrique Krauth, Profesor de Historia

Nos despertamos con un kirchnerismo que pasó “del Insituto Patria a Maslatón”, sin media escala en el camino y con la falta de pudor de siempre, como definió, en una mañana de brillo, mi querido amigo el profesor Krauth.

No hay  candidatos peronistas, ni uno solo. Nadie piensa que Massa o Grabois sean peronistas, y si lo piensa debería revisarlo. Grabois les escupió el guiso. Es que yendo a PASO deberán dejar descubiertas las costillas y se les notará la pobreza. Todo puede pasar todavía, me cuesta imaginar que el dirigente social no se baje. A menos que sea la venganza de su tío Bergoglio. Nada me sorprende, todo puede pasar.  

Oposiciones ideales y posibles

La victoria de Schiaretti, en perspectiva nacional, no deja de ser una señal. Solos no va a ser posible derrotar al kirchnerismo multiforme y mutable. Y no hablo de una elección, sino de imponer un modelo de país. En Córdoba, el 80 por ciento es antikirchnerista. Del otro lado está Gildo en Formosa que ganó sin despeinarse como testimonio viviente. Tal vez, solo tal vez, y sé que ganaré admiradores a raudales por decir esto, Larreta no estaba tan equivocado al buscar un acuerdo con el cordobés. A estos tipos, que prendieron fuego Jujuy y que son propietarios de provincias enteras, no se los podrá derrotar solos. Las reformas necesarias requieren consensos, y consensuar requiere en muchos casos, ceder, por mejores intenciones que se puedan tener.    

Todos quieren que les adivinen el futuro, pocos quieren entender el presente, ya nadie habla del pasado.

Giran encuestas que dan mil resultados diferentes, la mayoría de “celebrities” del periodismo que consultan a sus seguidores en redes. Estos luego se alegran o se aterran con una muestra de Twitter y TN, o La Nación+, o C5N. Porteñadas de redes que nada tienen que ver con la realidad de un país que no usa redes sociales, ni ve canales de noticias y que está atascado en infraestructuras del siglo XIX, de nuevo preguntenle al Tío Gildo. Ampliar la base es entender otras mentlidades, otro modo de conectarse con el mundo, otra clave de lectura de la realidad.  

La post verdad reloaded 

“La razón de la sinrazón, que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”.

Miguel de Cervantes – El ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha

Cervantes atribuía a frases como esta, de las que están plagadas los libros de caballería, el desorden mental que había terminado con el buen sentido de Alonso Quijano, Don Quijote de la Mancha.

La clave con la que leemos la realidad hoy, es mucho más literaria que nunca. El periodismo de especulación, movimiento del que formo parte, domina por completo la escena. Solo el espíritu crítico puede permitirnos sacar algo de este berenjenal. Un gigantesco ejercicio masturbatorio, en el que cada uno aspira, como máximo, a pasar unos días tranquilo, aún a costo de creer una mentira, o mucho peor, una pavada. 

Los problemas del país han quedado olvidados por todos. Hasta hace algunas semanas algunos nos preocupábamos todavía por las economías regionales, por la crisis energética, por la inflación, por la inseguridad o por los ataques de la política a la Justicia. Hoy ya solo sabemos esperar la elección que viene para leerla y tratar de explicar adonde estamos parados. 

Estaremos en proceso eleccionario por más de 8 meses, no es posible calcular el costo que tendrá esta locura. 

El Aguijón empieza la semana en una telaraña de conjeturas que no logra ordenar. Sepan disculpar, no juego más al adivino.