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Messi brilla en Pamplona con un repoker de goles

La albiceleste estuvo arropada por miles de aficionados argentinos exultantes con la goleada histórica de su astro.

El Sadar se ha convertido esta noche en La Bombonera. Desde casi dos horas antes del comienzo del choque, miles de aficionados argentinos cantaban y bailaban jaleando a su selección en los aledaños de El Sadar. Fútbol en estado puro. Hinchas dándolo todo. Cuando las selecciones llegaron al feudo rojillo y Messi descendió del autobús se desató la locura, lo mismo que cuando el speaker de El Sadar anuncio su nombre. Y es que, aunque había dudas de si sería titular, el astro argentino lo fue.
Camisetas de la Selección Argentina, de River, de Boca, de San Lorenzo y, sobre todo con los nombres de Messi y Maradona a la espalda, poblaban las gradas del feudo rojillo. Contadas las camisetas de Estonia. Otro de los momentos estelares tuvo lugar cuando sonó el himno Argentina, coreado por miles de aficionados.
Los de Scaloni tomaron desde el principio las riendas del partido. En el minuto 7, entre Igonen y Zenjov cometía un penalti sobre Pezzella y el 10 de Argentina, se encargaba de transformarlo sin que nada pudiera hacer el meta estonio. . Mac Allister pudo ampliar la ventaja poco después. Las gradas del renovado estadio rojillo no dejaban de animar a La Campeonísima. Estonia trataba de reaccionar pero le costaba. Los de Scaloni asediaban la portería de los estonios. Una preciosa jugada entre De Paul y Messi estuvo a punto en el segundo gol de la albiceleste. La grada del estadio pamplonés coreaba en nombre del 10. Y él mismo, ¿quién si no? se encargaba de hacer el segundo al filo del descanso, a pase de Papu Gómez. El Sadar se venía abajo.
Durante el descanso, la cantante Argentina, Kala, también encargada de cantar el himno, puso la música. Sin perder tiempo, nada más comenzar la segunda parte, Messi, a pase de Molina hacía, el tercero. La tónica seguía siendo la misma y los estonios apenas pisaban el área rival. Pero el de Rosario quería más y en el minuto 70 anotó el cuarto. El Sadar era una fiesta con sabor argentino y Estonia se veía impotente. Y todavía faltaba. En el 75 Messi hacía el quinto, convirtiéndose en una auténtica pesadilla para Igonen. El de Rosario ha hecho historia esta noche en Pamplona. Nunca había anotado cinco goles en un encuentro con su selección. Difícilmente olvidará su primer encuentro con Argentina en El Sadar.

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