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Miguel Bonasso en Parana: “El periodismo debe desnudar los secretos del Estado y eso a veces se paga caro”

El periodista y escritor Miguel Bonasso inauguró el ciclo de charlas por los 25 años de la Revista ANÁLISIS. Este viernes por la noche estuvo en Paraná, en la Sala del Teatro Multimedia del Círculo Médico. Allí se refirió al rol del periodismo, a la afamada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y su órgano de contralor, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). “Impulsé la nueva norma, pero al momento de votarla en el Congreso me abstuve porque pretendía que el órgano de contralor no dependiera del Poder Ejecutivo sino de las tres minorías con más representación en el Parlamento”, declaró y dejó algunas frases picantes: “La ley de medios creó una corpo en frente de otra corpo”. “Programas como 6,7,8 no deberían existir en la Televisión Pública”.

Habló también de los organismos de Inteligencia y aseguró que actualmente existen más de 14 en todo el país; sostuvo que alrededor de “un 80 por ciento de los jueces de Comodoro Py responden a (Antonio Jaime) Stiuso, incluso la propia (Sandra) Arroyo Salgado”; y reparó: “A todos los periodistas que nos metemos a fondo con el poder real nos llegan cartas documentos y nos amenazan; porque el periodismo debe desnudar los secretos del Estado y eso a veces se paga caro”.

De ANÁLISIS DIGITAL

La sala estaba llena. La cita que estaba prevista a las 20, finalmente comenzó pasadas las 21. Miguel Bonasso entró al recinto del Teatro Multimedia del Círculo Médico -fue presentado por el periodista Antonio Tardelli-, pidió disculpas al público que lo esperaba y contó una serie de peripecias que le ocurrieron hasta llegar a Paraná. Pero la referencia al tema que lo convocaba en la capital entrerriana, no se hizo esperar: el rol que ocupó el periodismo en la historia reciente, el periodismo actual, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, los organismos de Inteligencia en el país, los Derechos Humanos en los años de gobierno kirchnerista, y el caso Nisman, entre otras cuestiones.

El público respondió con atención y, al final, hubo un pequeño intercambio de preguntas y respuestas en el que se le pidió al escritor que dé su postura sobre ciertos temas. Entre los presentes, participaron algunas personalidades públicas como el secretario de Justicia, Rubén Virué; el defensor del Pueblo de Paraná, Luis Garay; el diputado nacional Fabián Rogel (UCR); y la diputada provincial María Emma Bargagna (PS-GEN), entre otros. La charla concluyó pasadas las 23.

“EL PERIODISMO ES INDEPENDIENTE DEL PODER”

Miguel Bonasso abrió su exposición hablando del caso Nisman. Dijo que cerca del “80 por ciento de los jueces de Comodoro Py responden a (Antonio Jaime) Stiuso”, incluso “la propia Arroyo Salgado”. “Nisman también respondía a Stiuso”, acotó.

El periodista y escritor, quien fue dos veces reconocido con el premio Rodolfo Walsh, recordó que la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), “fue creada como un instrumento represivo desde sus orígenes, en el primer gobierno de Perón”. “La Side nació como instrumento de la Guerra Fría, para detectar marxistas y trotskistas”, asentó.

Contó también cómo llegó a escribir el libro Don Alfredo, sobre Alfredo Yabrán, y en ese aspecto se refirió al periodismo de investigación: “Quiero contar lo que sucede actualmente con los periodistas de investigación. Yo no tengo trabajo hoy en ningún lado. Fui un diputado honesto y vivo de mi jubilación y de los libros. Para algunos twittweros K, que piensan que soy alcahuete de Clarín, les digo que Clarín desconfía de mí. Tampoco estoy en la cadena oficiosa de (Sergio) Szpolski”, marcó.

Seguidamente, sostuvo que “programas como 6,7, 8 no deberían existir en la Televisión Pública”. “Yo impulsé reformar la ley de la dictadura, pero me abstuve en votación de ley de medios porque sabía que la AFSCA no debía estar controlada por el Poder Ejecutivo, sino por las tres primeras minorías del Congreso, lo que garantizaría mayor apertura”, consideró, y acotó: “No era el objetivo que se creara una corpo en frente de otra corpo, sino darle impulso a las cooperativas y los medios chiquitos del interior del país”.

En la misma línea, subrayó que con la aprobación de la ley “ocurren cosas como 6,7, 8 y otras barbaridades”. “Crearon una corpo en frente de otra y en el medio perdemos los periodistas, porque si no nos ponemos la camiseta de River o de Boca, estamos perdidos. Pero digo que el periodismo tiene que ser independiente del poder”.

Argumentó que si bien siempre tuvo relaciones con Cuba, no respeta el modelo de prensa cubano. “Los gobiernos deberían tener la inteligencia de permitir que la prensa sea absolutamente libre, porque la prensa es como un sensor”, definió y la comparó con un sismógrafo: “Debe entenderse en ese sentido, si un periodista tiene talento olfatea, avizora y anticipa lo que va a pasar”. Señaló que “el periodismo siempre es militante”. “La verdad es revolucionaria, como decía el Che. Creo que no se puede ni se debe mentir, así como no robar en el Estado… la mentira política es tóxica y envenena a la comunidad”.

“El periodismo argentino pasó por varias etapas. En alguna época fue el mejor de habla hispana. Quienes reformaron el periodismo español luego del franquismo, fueron periodistas argentinos. La dictadura militar exilió periodistas a distintos países. En España, hicieron Cambio 16 y una revista ilustrada Interview; y en Venezuela crearon El Diario, por ejemplo. El periodismo argentino perdió algo que mi generación tuvo: la vecindad directa con los maestros. Yo lo conocí a Rodolfo Walsh en La Opinión, lo podía tocar, y le pedía su punto de vista. Tenían cerca periodistas de gran nivel y el periodismo era extraordinario. Los narradores de fútbol que escribían, por ejemplo las crónicas de Alberto Laya en La Nación eran una joya literaria. Teníamos publicaciones con circulación en todo el continente, por ejemplo el caso de El Gráfico. Eso se perdió por la dictadura que fue un quiebre”.

Asimismo, se refirió a su último libro: “Lo que no dije en Recuerdo de la Muerte es lo que no podía prever. Lo escribí a 30 años de Recuerdo de la Muerte. Ahora, en este libro, no se salva nadie, no hay muchachos buenos, es explosivo”, definió. “Y cuento sobre esta democracia que rige no sólo en Argentina sino en buena parte del mundo -democracia con límites porque es representativa, pero me gustaría que fuera participativa, que el pueblo tuviera la posibilidad de enmendar errores y pudiera participar para tomar decisiones de máximo nivel, por ejemplo por plebiscitos vinculantes en los que pueda decidirse sobre las políticas de Estado-. Esto no se hace porque es un país mafioso, esa es la simple razón. Está mafiada la estructura de todo el poder, económico, judicial, empresarial y periodístico con una permanencia del cripto-Estado, el Estado en clave, el Estado mafioso. Lo tenemos en claro con lo de Nisman y la guerra de espías”.

En ese sentido, se preguntó “por qué en diciembre del año pasado Stiuso seguía siendo jefe de la Side y estuvo muy cerca de la Presidenta Cristina Fernández, un señor vinculado al narcotráfico, a la trata de personas. Ahora lo mandan a llamar. No es así, porque además, hay 14 servicios nacionales de inteligencia en el país, de las Fuerzas Armadas y otras fuerzas de seguridad como las policías provinciales”. “Los militares y estructuras tienden al secreto. Los periodistas hacen público lo que el poder quiere esconder, lo otro es propaganda. Un periodista es el que descubre lo que el poder quiere mantener secreto”, declaró.

“Ahora se cambia de nombre, de personajes y ya todo se resolvió”, sostuvo, en referencia a la modificación de la Side por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). “Pero siguen los agentes de siempre. Incorporaron gente nueva, pero siguen los viejos ¿A qué tienden los 14 organismos nacionales de inteligencia y las D2 (de todas las fuerzas provinciales de inteligencia), lo que podríamos llamar la comunidad de los espías?”, preguntó.

Además, acusó al jefe del Ejército César Milani “por tener una mansión que no puede comprar con su sueldo y que está más vinculada a compras del Ejército que otra cosa. Sin contar que es un genocida”.

Inquirió sobre los incendios en organismos del Estado. “¿Qué está pasando con los incendios? La Casa Rosada, el Ministerio de Economía”, preguntó. Calificó al fallecido fiscal de la Causa AMIA Alberto Nisman de “personaje impresentable, deleznable, del poder, de guita, vinculado a Stiuso y a las chicas de las redes de trata”. “Stiuso usó Noticias. Edie Zunino, el editor de la revista, ha sido funcional a Stiuso. Hay periodistas pagos por Stiuso y otros señores”, denunció. “¿Cómo va a haber un cuerpo secreto para la propia Policía? Los jueces tampoco lo saben. Es como una logia para espiarnos y establecer un control social”, aseguró, y completó: “Esto no puede continuar así. No podemos vivir alegremente en una estructura de país mafioso, hay que cuestionarlo y eso excede la tarea del periodismo, es una tarea de la sociedad”.

Por último, hubo un intercambio en el que desde el público se plantearon una serie de inquietudes sobre los Derechos Humanos y el kirchnerismo, sobre la situación del país leída desde la geopolítica y los organismos de inteligencia. “Mi opinión sobre los movimientos de Derechos Humanos en el país actualmente es que son un desastre. Por supuesto que hay organismos de Derechos Humanos valiosos, muchos sin recursos, por ejemplo la Asociación de Detenidos Desaparecidos, HIJOS La Plata, las Madres de Norita Cortiñas”, mencionó, y aseveró: “Ha pasado lo peor que podía pasar. El gobierno que tuvo actos muy claros en un principio, estatizó a los organismos de DDHH y lo hizo mal, lo hizo como a los medios. Resulta contraproducente y terrible que Hebe (de Bonaffini) se abrace con Milani. Y que le entregue el pañuelo a Aníbal Fernández, el insultador profesional, hábil para atajar penales y para mentir. Cuando los organismos de Derechos Humanos no eran estatales, eran intocables”.

 

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