Durante 2024, con prácticamente la misma presión tributaria consolidada que en 2023, la distribución del financiamiento entre Nación y Provincias registró cambios.
La presión tributaria efectiva nacional de 2024 alcanzó el equivalente al 22,68% del PBI, con un incremento de 0,22% del PBI respecto al 22,46% registrado en 2023.
Por su parte, la presión tributaria efectiva provincial alcanzó en 2024 el nivel de 4,97% del PBI. Esto implica un descenso de 0,10% del PBI respecto a la presión del año 2023, de 5,06% del PBI.
Al considerar la presión tributaria de ambos niveles de gobierno, se observa que en 2024 su nivel fue del 27,64% del PBI, incrementándose 0,13% del PBI respecto al nivel previo en 2023, de 27,52% del PBI. Dados estos números, puede afirmarse que la presión tributaria se mantuvo prácticamente constante.
Si bien la presión tributaria nacional aumentó y la de provincias y CABA bajó entre 2024 y 2023, en lo que respecta al Gobierno Nacional, sus ingresos tributarios aumentaron 0,48% del PBI, mientras que la recaudación nacional que reciben las provincias y CABA registró un descenso de 0,26% del PBI.
El incremento interanual de la presión tributaria nacional de 0,22% del PBI, derivó en una suba de los ingresos tributarios nacionales de 0,48% del PBI y en una baja de los recursos coparticipables que reciben las provincias de 0,26% del PBI. Si a la pérdida de recursos coparticipables se le suma la baja en la recaudación propia (-0,10 p.p. del PBI), las provincias y CABA tuvieron un descenso de 0,36% del PBI de recursos tributarios en 2024, respecto al año previo.
Fuente: Iaraf