Una patota ingresó ayer a la tarde al Hospital San Martín de la Capital entrerriana y provocó destrozos. Serían un total de 40 personas que ingresaron por la fuerza y rompieron elementos del nosocomio. Hubo un detenido, que fue quien se cortó la mano y tuvo que ser atendido por la guardia.
Según se supo, irrumpieron de manera violenta en búsqueda de un hombre de apellido Sosa, hermano de un joven de barrio Los Hornos de Paraná que fue baleado hace pocos días. Al parecer, se trata de situaciones antagónicas entre bandas.
Del total que ingresó al hospital, 10 de ellos lograron entrar a la habitación 110, sala de cirugía, donde está internado. Allí rompieron vidrios y otros elementos del lugar con fierros y golpes. Aparentemente, algunos estaban armados.
«Entraron a pegarle a mi hermano que estaba operado porque la bala le perforó el intestino fijo y grueso. Son los mismos que hace 6 meses me mataron otro hermano. A mí papá y a él lo mandaron a amenazar», contó Miriam Sosa. Y detalló: «Los otros chicos estaban enfierrados hasta la cabeza. Pero no les dio la nafta para disparar. Ahora para todo tenemos miedo».
«Se actuó bastante rápido. Pasaron situaciones de mucha tensión. Los médicos del primer piso se encerraron por temor», contó Eduardo Elías, director del San Martín. «Por suerte no pasó a mayores, sólo rompieron vidrios y llegaron a tocar al internado pero no lo lastimaron. Incluso, uno de los policías defendió la situación y tuvo que soportar algunos golpes. Los refuerzos llegaron inmediatamente», añadió. Finalmente, instó a fortalecer las medidas de seguridad a partir del límite del ingreso de personas.