La candidatura de Cristina aparece como inevitable y esto polarizará la elección de manera dramática. La elección a Presidente terminará siendo un plebiscito entre “división” o “consenso”; hay un país dividido sin remedio, y otro que está harto de ese modelo, el candidato que interprete la visión de la mayoría gobernará los siguientes 4 años.
Por Emiliano Damonte Taborda
Más allá de las victorias locales que se vienen verificando, todas ellas obvias y descontadas, los números vienen dando una señal inequívoca. Todos los oficialismos vinculados al Gobierno Nacional que retuvieron sus provincias lo hicieron con porcentajes sustancialmente menores que los alcanzados en 2019.
A esta señal que no debe menospreciarse, se agrega la desastrosa imagen que el Gobierno de Alberto Fernández viene dejando cada días desde hace más de tres años y la imposibilidad de sacar un candidato de peso que pueda intentar contrarrestar esa tendencia.
Desdoblamiento, arma de doble filo.
El desdoblamiento tiene otro efecto hacia adelante. Si bien es cierto que despega a los Gobiernos Provinciales de la mala imágen de Alberto, Cristina y Sergio, beneficiando a los Gobernadores, es cierto también que dejará completamente solo a quién sea candidato a Presidente por el Frente de Todos y que a esas alturas cualquier efecto positivo derivado de una victoria provincial estará licuado por la inflación, la inseguridad y la imagen de corrupción.
El efecto de estas elecciones desdobladas, hará que las nacionales, terminen siendo un verdadero plebiscito, casi un mano a mano presidencial. Por eso, la preocupación crece dentro del Frente de Todos, y sencillamente empieza a aparecer como inevitable la candidatura de Cristina Fernández, que de paso les cuento, no está proscrita, ni lo estuvo nunca, ni hubo ningún operativo clamor, ni nada por el estilo.
Cristina ya es candidata
El distinguido cuadro kirchnerista Eduardo Valdés, diputado del Frente de Todos y amigo personal del Papa Francisco, manifestó que hay grandes expectativas de que Cristina Kirchner se presenté en el próximo acto masivo del 25 de mayo en el Obelisco. Valdés y la senadora Juliana Di Tullio se mostraron en un acto del PJ haciéndose los rulos esperando una afirmación de Cristina con respecto a la candidatura. El 24 de junio es la fecha límite para presentar las listas a nivel nacional.
«Salimos a militar la no proscripción a Cristina con ruleros. Hemos estado este viernes en el PJ de Tres de Febrero fuimos con Juliana Di Tullio y no tuvimos miedo de ponernos rulos y de convocar a que Cristina sea la futura presidenta de los argentinos. Yo creo que vamos a hacer el acto el 25 de mayo y ella va a estar no tengo dudas», comentó Valdés en una entrevista para la radio Futurock.
La ocurrencia de Valdés y Di Tullio, más allá de lo aburrida, constituye el modo típico de comunicación del kirchnerismo cercano a la vicepresidenta. Nos están avisando hace rato que Cristina va a ser candidata, no solo porque siempre comunican de esta manera absurda y poco clara, sino y sobre todo, porque el Frente de Todos no tiene otra opción. Nadie tiene tanta espalda como ella en el oficialismo.
División o Consenso
Así que tal como venimos diciendo desde octubre del año pasado, Cristina será la candidata del Frente de Todos, lo que debería acentuar la polarización que en fase previa todos los candidatos están buscando evitar, y eso no es una sorpresa. El tema interesante acá va a ser sobre qué se va a polarizar. Yo creo que la polarización va a producirse alrededor del uso de la división como herramienta electoral. Es decir, se va a polarizar la elección con el uso de la polarización como tema central. Hay un país que exacerba las divisiones, y otro que está harto de este sistema. Creo que la gente va a elegir entre estos dos modelos de política y que quien logren interpretar mejor la necesidad de la mayoría al respecto, será quién gobierne los próximos 4 años.
