Como consecuencia de la caída de la demanda, subió fuerte la cantidad de mercadería que los hipermercados tiran por quedar muy cerca de la fecha vencimiento. El pico se dio en 2024, en lo que va del 2025 es más alta que en 2021, 2022 y 2023 y hay supermercados que desechan hasta el 4 por ciento de su venta.
En base a cifras de trabajos de consultoras como GS1 y Scentia, que habitualmente contemplan la situación del flujo de mercaderías, en 2023 los hipermercados desechaban entre 1,6 y 1,8 por ciento del total de sus ventas.
Técnicamente, a esos desechos, en el sector los denominan “merma”. Es la mercadería que sale de góndola por diferentes razones, mayormente vencimientos o faltantes por determinadas situaciones.
Ese descarte obligado pasó del 1,78 en 2023 a un pico de entre 2,4 y 3 por ciento en 2024. En la primera parte del 2025 se estableció en 2,1 por ciento.
Ese número es muy superior al desecho del 2021, año de pandemia, donde hubo 1,8 por ciento de mercadería vencida y que el 2022 cuando bajó al 1,6 por ciento.
Puesto en toneladas y en dinero, la merma de mercadería les hizo perder a los comercios grandes más de 80 mil toneladas en 2024. Este año, en tanto, la pérdida es de más de 34 mil toneladas, por valor de 152.600 millones de pesos.
“Este año creemos que será peor”, arriesgan los privados que dialogaron con el diario Página 12. Falta contabilizar el segundo semestre, donde las ventas generales siguieron en caída contra los niveles del 2024.
El informe privado muestra que hay firmas que perdieron en 2025 entre el 1 y el 4 por ciento de su venta por la salida obligada de góndola de productos al límite del vencimiento.
Los rubros más afectados son Bebidas, Harinas y Lácteos. “Este último rubro es más lógico, tiene vencimiento corto y, como los precios subieron mucho, las ventas no se han reactivado. Los yogures y postres salieron porque casi no se venden”, detalló un dueño de mayoristas en el Conurbano.
La novedad es el descarte de Bebidas, sobre todo gaseosas y cervezas. Desde 2024, las ventas del sector cayeron hasta 20 por ciento interanual y ahora se mantienen en torno al 10 por ciento. Esa baja de ventas se vio, además, en temporada alta, como los meses del verano, lo que trastocó un negocio que aún en los peores tiempos se sostenía en los días de calor, gracias al aumento del consumo de bebidas.
La mercadería a punto de vencerse tiene tres destinos posibles: el primero, devolución a los fabricantes, que además precisan ver que esa mercadería que no se vendió no se está vendiendo por otro lado. La segunda, la destrucción de la mercadería. Y la tercera algunas cadenas, sacan la mercadería un tiempo pertinente antes del vencimiento para donarla a entidades que consuman a diario productos y recuperar una parte de la pérdida vía compensación impositiva.
El 80% de las ventas, los días de promociones
En las grandes superficies el 80 por ciento de las ventas están relacionadas con los días de promociones. Por un lado, aquellos donde hay descuento con débito o crédito; por otro, las promociones de dos por uno o tres por dos y, sobre todo, la estrella del retail: el salvavidas de los dos o tres días mensuales en los que las billeteras virtuales ofrecen descuentos del 15 o 20 por ciento sin tope. “Esos días te entusiasmas, pero en los otros es la muerte”, precisó un gerente de una multinacional.
En este contexto, las ventas empezaron, además, a estar amenazadas por subas en los precios. Si bien hay deflación en electro, por la caída del consumo por la falta de cuotas, hay subas fuertes en Alimentos. Este diario confirmó de fuentes privadas subas arriba del 2 por ciento de muchas empresas, entre ellas Arcor y Unilever. Los únicos que no subieron los precios fueron, justamente, las empresas de Bebidas, las que más padecen la caída de ventas y el “desecho” por vencimientos.
La perspectiva de las caídas de ventas es lo que hace que los empresarios creen que el desecho de mercadería puede crecer aún más. Algo de eso se vio en la última encuesta del INDEC a empresarios de los supermercados. Preguntaron, allí, cuáles son las razones que complican su actividad comercial. Casi 6 de 10 dijeron que es falta de demanda.
Fuente: Página/12