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Procesaron al cura Ilarraz y quedo a un paso del juicio oral

“Dios es fiel y la verdad se impone”. El sacerdote Leonardo Javier Tovar, párroco de San Benito Abad, no cabía en la emoción, y sobre las once de la noche del viernes atendía insistentes llamados que le contaban una noticia que había esperado demasiado: el procesamiento del cura Justo José Ilarraz, acusado de graves abusos a menores en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.

ilarraz

Tovar no se acordaba de casi nada de eso. Le habían dado una noticia que surgió de modo sorpresivo: la jueza Susana María Paola Firpo dictó el procesamiento del cura Ilarraz en la causa que tramita por los abusos en el Seminario Arquidiocesano. La medida se conoció pasadas las 22, a horas de que concluya la actividad en la Justicia, previo a la feria de invierno. Así, la magistrada dejó al sacerdote, que hoy reside en Tucumán, a un paso del juicio oral y público.

La novedad de la disposición de la magistrada, que desde noviembre tramita la causa caratulada “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, la transmitió en forma verbal el secretario del Juzgado de Transición Nº 2, Carlos Ríos, al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull. Cerca de la medianoche, las cédulas notificando de la disposición judicial estaban llegando a las partes.

 

TRAMITACIÓN

 

La causa Ilarraz empezó a tramitarse en la Justicia en septiembre de 2012 y en casi tres años zozobró frente a los embates de la defensa del cura, a cargo de los abogados Juan Ángel Fornerón y Jorge Muñoz, que plantearon la prescripción de los delitos que se le imputaban al ex prefecto de disciplina del Seminario.

Ilarraz fue nombrado en 1985 por el entonces arzobispo Estanislao Karlic como prefecto de disciplina del Seminario, a cargo de los dos primeros años de la secundaria con internado que funcionaba allí, denominada “el Menor”. Fue, además, director espiritual y confesor de muchos de esos jóvenes, a los que finalmente terminó abusando.

Esa función la mantuvo hasta que en marzo de 1993 se marchó a Roma, a cursar una licenciatura en Misionología en la Universidad Urbaniana. Aunque algunos testigos de la causa Ilarraz señalan que ya para entonces se sabía de los abusos. Sin embargo, las autoridades eclesiásticas niegan ese hecho.

La Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) rechazó, en un fallo dividido, el 27 de abril último, el camino de la prescripción, y señaló que los delitos imputados al cura son “imprescriptibles”. De ese modo se expresaron los vocales Carlos Chiara Díaz y Claudia Mizawak, con la disidencia de su par Daniel Carubia.

Frente a esa sentencia, el abogado de Ilarraz, Juan Ángel Fornerón, presentó un recurso extraordinario federal, e insistió con el argumento de que “los hechos imputados a mi defendido fueron ubicados temporalmente de forma expresa e indubitable antes del año 1992”, y por lo tanto, están prescriptos.

El primer juez que tuvo en sus manos el expediente “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, Alejandro Grippo rechazó la vía de la prescripción por cuanto, entendió, se estaba frente a hechos que constituían “graves violaciones a los derechos humanos”.

La defensa de Ilarraz apeló y a principios de agosto de 2013 la Sala I de la Cámara del Crimen, con el voto de los vocales Daniel Perotti y Miguel Ángel Giorgio, revocó el fallo de Grippo, y sentenció que la causa estaba prescripta y dictó el sobreseimiento del cura. Pero esa resolución fue apelada por la Procuración, y el STJ entonces anuló ese fallo, y ordenó que el caso vuelva a la Cámara del Crimen, que con otra conformación, rechazó el planteo de la defensa.

Entonces, el expediente Ilarraz desembocó en la Cámara de Casación Penal, que confirmó el rechazo a la prescripción, y así el trámite llegó a la Sala Penal del STJ, que en abril último confirmó esa tesitura, y la decisión de que el caso de los abusos endilgados a Ilaraz se siga investigando judicialmente.

Por eso, ahora se abre el camino de la Corte, al que la defensa del cura Ilarraz pretende llegar, asunto que deberá resolver el STJ, si le otorga o no esa vía, publicó EL DIARIO.

La medida, que no se esperaba sino hasta después de la feria, sorprendió a todos. La jueza tenía entre manos tres alternativas: dictar la falta de mérito de Ilarraz, lo cual hubiese supuesto que no tenía elementos suficientes de prueba; sobreseerlo, desligándolo de los cargos que pesaban en su contra; o procesarlo, que fue la decisión que finalmente adoptó Firpo.

Ahora, el camino que queda es la etapa del juicio oral, planteo que hará el fiscal Ramírez Montrull.

“El procesamiento implica probabilidad de existencia del delito. Es solamente una probabilidad. Pero esa probabilidad implica que se cierra otra etapa procesal, y deja habilitado el camino para que yo pida elevación a juicio. Esa será la pieza formal de la acusación contra Ilarraz”, dijo el fiscal.

 

 

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