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Que no nos caguen a cuentos

Emiliano Damonte Taborda

Para viajar en primera en el tren de la historia, hay que verlo venir de lejos. A nosotros, nos cuenta el boletero que el tren pasó hace media hora.

El gasoducto Nestor Kirchner debería estar funcionando desde hace al menos 6 años

Vacaciones mundialistas

Desde hace aproximadamente un mes, todo parece moverse en una dimensión diferente que tiene que ver con el Mundial. Hacía varias semanas que venía arrastrando la sensación de estar desconectado de la realidad. En particular el final de la temporada del programa de radio, había provocado que perdiera la lente crítica con la que trato de observar el mundo.
 

De vuelta al trabajo

Esta mañana mientras editaba noticias para los portales, choqué contra la realidad y encontré de nuevo la lente. Una noticia del medio especializado en energía Econojournal me puso, en un segundo, nuevamente en perspectiva:
 
“Inauguraron en Chile la primera planta integrada de producción de combustibles sintéticos a base de hidrógeno verde”
 
Cuando leí este título lo primero que pensé es que nosotros estamos tirando caños en la Patagonia para unir Vaca Muerta con nuestras necesidades. No digo que no deba hacerse, es indispensable que se haga, pero la sensación clara es que se nos empieza a escapar otro tren.
 
Hace pocas semanas, la Empresa Italiana de energía, ENEL, anunció su intención de retirarse de la Argentina poniendo en venta su participación en EDESUR. En las justificaciones de su decisión, los italianos simplemente declararon que Argentina, así como está estructurada tiene que ver con “negocios y geografías que ya no están alineadas con su estrategia” al tiempo que anunciaron que, volcarán su cartera de negocios, a inversiones en electrificación sostenible, “que es cada vez más necesaria en los sistemas energéticos globales, cubriendo aproximadamente el 90% de sus ventas a precio fijo con electricidad libre de carbono en 2025”. Ni una sola mención a Vaca Muerta.
 
En la curva del desarrollo, hay un momento en el que los costos de sostener viejas tecnologías terminan siendo demasiado altos para competir con los beneficios de explorar las nuevas. En esos momentos, los que la ven en serio, van dejando de invertir en tecnologías pesadas y costosas como la extracción de combustibles fósiles, y empiezan a orientarse hacia direcciones mucho más rentables. Es exactamente lo que está pasando en Chile con los combustibles basados en hidrógeno verde. ¿Alguien se pregunta por qué no pusieron esa planta en nuestro país?
 
Vuelvo sobre Vaca Muerta para que no queden dudas. El gasoducto no solo hay que hacerlo, sino que debería estar listo desde hace al menos 6 años, hoy vivimos de esto. Pero lo que queda en evidencia con estas noticias, es que para viajar en primera en el tren de la historia, hay que verla venir de lejos, y a nosotros nos cuenta el boletero que el tren pasó hace media hora.
 

País decimonónico

 
La pagina oficial de la gobernación de la Provincia de Entre Ríos, publica hoy 22/12/2022, la siguiente noticia:
 
“Se mejorará un camino de 32 kilómetros entre la ruta 11 y Aranguren”
 
La mejora en cuestión es practicamente un enripiado robusto. ¿Qué tiene que ver esto con las energías renovables? Nada por supuesto. Si una provincia fértil y plena de recursos naturales como Entre Ríos se encuentra en una fase de desarrollo de sus caminos, que Europa alcanzó a fines del siglo XIX, no tiene nada que ver con la investigación y desarrollo de combustibles a base de hidrógeno.
Argentina está orgullosa de estar haciendo ahora (habría que verificarlo), lo que debería haber hecho hace al menos 6 años, es decir tirar caños para acercar el gas, cuando debería estar mirando al frente y planeando como subirse al próximo tren de la historia. Ya estamos en tiempo de descuento y mientras nos gobierne gente que piensa en caminos enripiados, o que considera a la Secretaría de Energía como una caja de guita, será dificil que se trabaje para establecer estrategias que nos pongan un pasito más adelante.
 
Con esta reflexión vuelvo del maravilloso paseo mundialista, que disfruté profundamente, pero que hoy empiezo a dejar atrás para seguir tratando de que no me caguen a cuentos.
 
 

 

 

 

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