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Ricardo López Murphy considera disparatado el proyecto de ley del Gobierno por el acuerdo con el FMI

Ricardo López Murphy Uno de los referentes económicos de Juntos por el Cambio y líder de Republicanos Unidos, manifestó su preocupación respecto al proyecto que busca llevar el Oficialismo a las Cámaras. “El acuerdo implica un aumento descomunal de los impuestos para los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que pagan bienes personales.

El referente económico de Juntos por el Cambio y ex Ministro de Economía, RIcardo ópez Murphy

Entrevista de Alejandro Guyot para La Nación

El liberal Ricardo López Murphy, uno de los economistas más influyentes en Juntos por el Cambio, ya definió cómo votará el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien avisa que prefiere dar a conocer los fundamentos de su decisión en el recinto, el diputado nacional de Republicanos Unidos se inclina por rechazar el proyecto del gobierno de Alberto Fernández.

Consciente de las tensiones que genera en JxC el debate de la ley, López Murphy evita explicitar su rechazo, pero da sobrados indicios de que no está dispuesto a avalar el programa económico que cerró Martín Guzmán con el Fondo: “El acuerdo implica un aumento descomunal de los impuestos para los habitantes de la Ciudad que pagan bienes personales”, remarca.

El exministro de Economía reconoce que caer en default sería “catastrófico” para el país, pero considera que la responsabilidad de aprobar el proyecto es del oficialismo. “Si ellos alinean su fuerza, es muy fácil resolver el problema”, sostiene.

-Después de la exposición de Martín Guzmán, ¿usted ya decidió cómo va a votar el acuerdo? ¿Rechazará la iniciativa o será orgánico y aguardará la definición de JxC?

-La decisión tiene que ver con los dictámenes y todavía no los he visto. En realidad, ya he pensado lo que voy a hacer, pero prefiero dejar que el tiempo transcurra y revelar mi voto en el recinto.

-Dice que depende del dictamen, ¿su definición está vinculada a la redacción de los artículos del proyecto?

-No, pero tengo mi visión del problema. Reconozco la complejidad de la cuestión y quiero fundarlo en el momento de votar.

-Se abrió una negociación con Sergio Massa para modificar la redacción del texto y que la oposición acompañe la autorización al financiamiento. ¿Está de acuerdo o debe haber un dictamen de minoría de JxC?

-Mi opinión -eso no quiere decir que sea la del conjunto- es que debería haber un dictamen de minoría.

-¿Un dictamen en minoría en la misma línea que el proyecto de Elisa Carrió?

-Una cuestión que no avale la exposición de motivos ni el proyecto de ley, sino que haga otra cosa. Pero tampoco quiero causar un inconveniente. Es decir, yo propongo una solución razonable. Acá la cuestión es compleja, porque se trata de evitar el default, asegurar el financiamiento y no hacerse cargo de una responsabilidad que no tiene el Congreso. En un régimen presidencial esa responsabilidad está depositado en el Poder Ejecutivo.

-¿Por qué el oficialismo y la oposición quedaron atrapados en esta encerrona? ¿Guzmán buscó blindarse con esta ley?

-Yo creo que el esquema anterior era más congruente con nuestro sistema institucional, en el sentido de que separaba con claridad la responsabilidad del Poder Ejecutivo. En todo caso, el Congreso opinara en oportunidad del presupuesto o las leyes que se envíen. Lo único que hace el cambio es autorizar el financiamiento, pero después viene la picardía en cómo se redacta la exposición de motivos y el articulado.

Nadie sabría cómo volver si entramos en default

-Insisto, ¿usted será orgánico con la decisión de JxC a la hora de votar?

-Bueno, depende de cómo sean las decisiones. Por eso, estoy tratando de no hacer mi voto explícito, ofreciendo el mayor margen de maniobra a toda la gran coalición opositora. Pero tengo mi opinión sobre cosas muy delicadas: soy diputado por la Ciudad y el programa implica cuadruplicar los impuestos, las bases imponibles, de los habitantes de la Capital. Eso es un disparate.

-Es un debate incómodo para JxC. ¿Sería grave para la coalición fracturarse a la hora de votar?

-En general, hay una gran valoración de la unidad y affectio societatis. Es claro que la situación de los diputados de la Ciudad de Buenos Aires es particularmente compleja. Ayer, se puso luz sobre un aumento descomunal de los impuestos para los habitantes de la Ciudad que pagan bienes personales. Eso a mí me pone una situación muy clara.

-¿Eso es “invotable” para usted?

-Usted sabe… No quiero anticipar el voto. Lo voy a fundar. Ya tomé opinión, pero estoy tratando de crear el máximo espacio para que la gran coalición se mueva…Ahora, valoro el esfuerzo de la oposición de no declarar el default.

-Fue muy crítico del programa en la exposición de Guzmán. ¿Le sorprendió el “error” en la traducción?

-Hablé por el problema de lo que dice la exposición de motivos del oficialismo. Cuando uno narra la historia, dice: qué sentido tiene esta exposición de motivos con estos antecedentes. Más allá de que revelé las inconsistencias entre los documentos, lo que llamé de manera amable, un problema de traducción, es más que eso: un documento expresaba una cosa sobre la política cambiaria y en la versión en inglés decía lo contrario.

-¿A qué atribuye ese “problema” de Guzmán?

-Cuando revelé el problema, el ministro dijo que fue un error. Pero decía cosas que implicaban una política cambiaria esencialmente diferente.

-¿Este acuerdo con el FMI sería el mal menor?

-Si me dice si prefiero que la Argentina llegue a un acuerdo y no caiga en default versus no llegar a un acuerdo y caer en default, es así. Coincido con el ministro que sería catastrófico. Y me parece que cuando dice eso no se refiere a nosotros, sino a los miembros de su coalición, que boicotean la tarea. Si ellos no boicotearan, se haría fácil.

-¿Sin ley hay default, como dice Gerardo Morales, o el Gobierno tiene otra herramienta para evitarlo?

-El Gobierno podría haber sacado un DNU hace diez días y simplificaba. Posteriormente. hubiera ido este documento al Congreso, para tratarlo con tiempo, sin urgencias.

-Entonces, ¿por qué cree que Guzmán insiste con que el acuerdo debe votarse de manera integral?

-No estoy de acuerdo. Ayer también dijo que el Ejecutivo asignaba las obras. Eso no es cierto. Lo asigna el Congreso en el presupuesto.

-En una entrevista con el diario El País, Eduardo de Pedro dijo que espera que los opositores no sean los “responsables de generar una crisis”, como en el 2001. ¿Qué le respondería?

-Pero si acá los únicos responsables son ellos. Si ellos alinean su fuerza en la Cámara de Diputados y el Senado, es muy fácil resolver el problema.

«Nadie en JxC prefiere que haya una catástrofe para tener más chances de volver»

-¿Cree que La Cámpora juega al default?

-Bueno, vamos a ver qué hacen. No lo he escuchado a De Pedro decir: “vamos a votar como un solo cuerpo”. Si dice eso, se terminó todo el debate. Ellos quieren ser oposición y oficialismo al mismo tiempo. Eso destruye el sistema democrático. Los que no están dispuestos a votar, que renuncien a sus bancas. En los hechos, estuvieron haciendo eso en las comisiones: cambiaron los miembros para asegurarse el tratamiento.

-¿Los integrantes de La Cámpora debería renunciar a sus bancas si rechazan el acuerdo con el FMI?

-Esa tesitura es congruente con dejar de pertenecer al oficialismo. Es decir, deberían renunciar a todos los cargos que ocupan en la administración y pasar a la oposición lisa y llana.

-¿Hay sectores de JxC, sobre todo en Pro, que especulan con un estallido para tener chances de volver al poder o para que haya una mayor aceptación social a reformas antipáticas?

-Nadie pretende eso. Yo no estoy dispuesto a aceptar eso. ¿Cómo vamos a pretender que suframos una catástrofe? Guzmán fue muy preciso en eso. El problema es que él no le habla a la oposición, sino al oficialismo.

-¿Nadie en JxC quiere que haya una catástrofe para tener más chances de volver?

-Por supuesto que no. Todos sabemos el costo inmenso que tendría. Y, además, ninguno sabe cómo volver si entramos en default. El ministro lo explicó ayer con cuidado: nunca ocurrió en la Argentina, no hay un antecedente. Eso habla a las claras de la irresponsabilidad. Por eso, lo que tiene que hacer el oficialismo es expresarse rotunda y reciamente sobre el voto. Ahí, se terminan los problemas.

-Estuvo con Mauricio Macri. ¿Lo vio más proclive a rechazar el acuerdo?

-Yo no hablo de las reuniones privadas, pero hubo un análisis de las circunstancias económicas. Básicamente, hay una novedad: la guerra ha cambiado los parámetros que enfrentamos, en el corto plazo y estructuralmente. Ese fue mi comentario. La Argentina está frente a un nuevo paradigma en materia de defensa, de energía y de cómo responde al cambio de circunstancias a nivel internacional. He puesto mucho énfasis en eso.

-¿El Gobierno podrá cumplir con este programa?

-A mí me cuesta ver los números. Ayer fue imposible sacarle al ministro una respuesta sobre el incremento de los precios públicos. Y en el debate nos enteramos que cuadruplicaban la valuación en la Ciudad. ¿Por qué? Porque la Ciudad hizo una modernización. A los que hicieron las cosas bien, los matan.

-Con este escenario, ¿este acuerdo es una “bomba” que estalla en 2023?

-El programa implica que a los 66 mil millones de deuda que hizo el Gobierno en diciembre de 2019 le agrega entre 25 mil y 30 mil millones más. Obviamente, meterle 100 mil millones de deuda a esta economía es un problema muy grande. Por eso, había que ir a un programa más enérgico ahora, que evitara seguir acumulando deuda.

-Fernández dijo que Macri dejó una deuda impagable y que el préstamo se utilizó para “financiar la fuga de capitales”. ¿Es así?

-Usted sabe que fui muy crítico de la gestión del gobierno anterior. Se cometieron muchos errores, de diagnóstico y en la práctica. Ahora, ¿para qué se usó el préstamo? Para cancelar deuda. ¿Qué quiere decir que haya fuga de capitales? Que la gente con los pesos compra dólares. Hubo seis millones de familias comprando dólares. La gente le desconfía a la moneda nacional y mucho más con un gobierno liderado por los Kirchner. Ayer expliqué que, entre 2008 y 2011, había habido 76 millones de fuga, probablemente porque hubo una gran disponibilidad de dólares producto de los precios excepcionales que disfrutó la Argentina.

-¿FMI fue “laxo” o aspira a que el Gobierno termine sin que estalle una crisis?

-La misma directora gerente dijo que estaban muy preocupados de evitar una terrible crisis y permitir concluir este período de gobierno.

-¿El Fondo apuesta a negociar con el próximo gobierno?

-Estos hablan de la auditoría y tienen una mirada partida a la mitad. En el documento de la autocrítica del FMI habla de la brutal crisis previsional, de los inmensos problemas en el mercado laboral que tiene la Argentina, que son muy fáciles de ver. Tenemos más gente empleada en negro que en blanco, más jubilados que aportantes. Es muy fácil la cuenta. Hay problemas estructurales, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, que son gravísimos.

-¿En JxC hay más diferencias que coincidencias? Se vio en el debate por el presupuesto y ahora con el acuerdo con el FMI

-Hay una gran unidad y afinidad. Después puede haber alguna razón táctica o condicionamiento regional distinto, pero nunca he visto un grado de unidad como hay ahora.

-¿El Gobierno puede salir fracturado de este debate?

-No lo sé. Sería disparatado que la oposición se tenga que hacer cargo de los problemas del Gobierno.

-¿Cristina Kirchner debe pronunciarse sobre el acuerdo?

-Yo estoy tratando de que asuman la enorme irresponsabilidad de mantenerse en silencio.

-¿Cristina Kirchner es irresponsable por no apoyar a Fernández en este momento?

-En el cargo que ocupa y el liderazgo que ejerce en la fuerza de gobierno mantener el silencio y tener al país en ascuas respecto de lo que va a pasar en el Senado es una actitud muy irresponsable.

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