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Sindicato de Gastronomicos denuncio que mas del 40% de los trabajadores esta en negro

Los operativos de verano en establecimientos hoteleros y gastronómicos en Colón y Gualeguaychú terminaron “muy mal”, expresó Julio Roh, Secretario General del Sindicato de Gastronómicos. Molesto por la prepotencia y el trabajo informal récord que encontró, señaló: “En Gualeguaychú se quejaron, protestaron; ya en Colón hubo agresiones verbales, amenazas, nos rompieron el coche. Vamos a terminar trabajando custodiados por la policía cuando se trata de un simple control rutinario de empleados”. “Son alarmantes los datos que estamos recabando de trabajo sin registrar”, aseguró el Secretario General de UTHGRA. Las muestras corresponden a Colón y Gualeguaychú, las dos ciudades que encabezan los índices de ocupación durante el verano. “Estamos muy preocupados por las estadísticas que marcan más de un 40% de trabajadores sin registrar”. Sin contar, aclaró, los trabajadores mal registrados, aquellos que trabajan ocho horas y son anotados por la mitad y el recorte de los días trabajados. Federación, por ejemplo, “es la capital de la media jornada, del trabajo por tres días”.

En octubre, Gastronómicos comenzó con tareas de prevención respecto del control en las condiciones de trabajo. En ese sentido, apalabraron a los empresarios del sector y sus contadores, incluidas las Cámaras que los agrupa. “No dio resultado para nada; se nos están riendo en la cara”. “Ves en los operativos como esconden a los empleados, o los obligan a decir cosas que no son ciertas”.

Dentro de los rubros característicos de prácticas laborales irregulares, “los hoteles están en los parámetros normales; encontramos el mayor problema sobre todo en la gastronomía –pub, confiterías, boliches bailables, restoranes-. Nos indigna que haya abusos en todos lados, esto nos lleva a plantearnos que lo que hicimos anteriormente yendo a dialogar con todas las cámaras, con los empresarios, con los contadores no sirvió de nada”.

Por gravosas que sean las multas, hay empresarios que eluden el castigo por medio de los resquicios que deja el sistema. “Termina la temporada, se desprenden de un montón de trabajadores que salen del mercado y con las ganancias del verano cubren las multas o hacen un plan de pago o se acogen a una moratoria. Les sigue resultando fácil, por más que se controle y se castigue tener trabajadores sin registrar”, explica el dirigente.

Por eso, “desde el sindicato estamos planteando una posición más dura. Empezar realmente a enfrentarlos. Denunciar en el Ministerio de Trabajo el conflicto sindical. Ir a la lucha, lugar por lugar, y exigir corregir la situación”.

En la misma línea, los predios termales no permanecen ajenos a situaciones de precarización laboral. “Vengo sorprendido por lo que hemos encontrado en los complejos termales. Están cobrando 100 pesos la entrada promedio y no cumplen con los trabajadores. Pagan lo que ellos quieren, si no les gusta los echan y no los indemnizan. Entran y no saben a qué hora van a salir, los tienen doce horas trabajando y no son capaces de darles la comida. Es más, si quieren comer se la cobran”. Con un agregado: “Los complejos termales están llenos, desbordan, a veces no alcanzan los estacionamientos”.

Con un ejemplo ilustra algunos de los abusos verificados por el sindicato. “Todos somos conscientes de lo delicado y complicado que es el trabajo de un guardavida, sobre todo en un complejo donde hay muchas piletas y está lleno de gente. Tiene que estar muy atento. Su función es mirar y proteger al bañista. Pero no se puede hacer que el guardavida junte la basura, saque las bolsas, limpie los baños, que esté atento a que la gente no olvide sus cosas, que cuando la gente se va se quede a limpiar la pileta”.

Entonces con “el diálogo no estamos consiguiendo nada y los trabajadores nos piden ayuda”, resume.

Los costos laborales es el argumento mayoritario esgrimido por el sector. Sin embargo, para Roh, “es inaceptable que digan que no les dan los márgenes de ganancia para poder blanquear a todos los trabajadores cuando estamos frente a un negocio que tiene su local lleno y tiene gente parada esperando para comer”.

La accidentada excursión por Colón durante el fin de semana continuó con el estallido del vidrio de uno de los vehículos del sindicato. “Pensamos que buscaron nuestro auto en represalia por los controles”, sospecha. Y siguió el viernes con el pedido de apoyo a la policía cuando un propietario quiso impedir el operativo, reaccionó e intentó agredirlos. “Nos enfrentamos en Colón con una persona dueña de un complejo de cabañas y bungalós. Cuando vamos a ingresar se identifica como funcionaria del gobierno provincial. Nos dice que nos retiremos, que no vamos a hacer ninguna inspección porque ella levanta el teléfono y nos sacan corriendo. Estamos averiguando si esta persona pertenece realmente al gobierno, dónde trabaja, qué cargo tiene y vamos a dar nombre y apellido a los medios porque esa persona no puede ocupar un cargo. Un funcionario tiene que ser ejemplo. Quiero confirmar si es cierto que pertenece al Gobierno de la Provincia y una vez que lo hagamos, acto oficial en el que esta persona se presente vamos a ir a repudiarla y a pedir que inmediatamente presente su renuncia”.

“A ese extremo estamos encontrando resistencias a los controles. Nunca pasó que nos agredan o nos amenacen”, dijo con preocupación.

Admite su desconcierto acerca de los motivos que podrían generar semejante clima de reticencia. “No sé, la verdad me queda por pensar la ambición desmedida de los empresarios por hacer dinero”.

Lo cierto es que “Colón jamás tuvo esa cantidad de trabajadores sin registrar; Gualeguaychú tampoco. La media nacional en gastronomía es del 33 y 34%. Siempre estuvimos entre el 30 y el 35. Pero ahora tenemos más del 40 por ciento en dos ciudades y no quiero saber lo que vamos a encontrar en las otras, pero prácticamente se va a repetir”.

Frente a las irregularidades detectadas la dirigencia del gremio adoptará medidas de protesta. Sin precisiones aun, empezarán por Federación, Gualeguaychú y Colón. La idea es “buscar fechas estratégicas y hacer manifestaciones, panfleteadas, algún escrache o vamos a dar los nombres de los establecimientos que están en infracción, nos vamos a parar en la puerta de un establecimiento y donde entre un turista les vamos a dar un folleto informando que ingresa a un lugar donde todos los trabajadores cobran dos pesos y son explotados. Que la gente sepa a qué lugar está entrando. Vamos a hacer sentir el reclamo”, aseguró.

Insiste en que “falló el diálogo y el trabajador está necesitando que alguien lo defienda. Estamos en pleno siglo veintiuno y el trabajador se ha ganado derechos que no se están cumpliendo”.

La necesidad de conservar el trabajo conduce a situaciones insólitas. Con desazón, cuenta Roh: “Hemos encontrado personas escondidas en baños, depósitos; en Gualeguaychú encontramos una chica escondida dos horas debajo de una cama. En muchos establecimientos que ya inspeccionamos se nos escapó un montón de gente. Abren las puertas y los trabajadores salen corriendo. En un parador de la ruta en Gualeguaychú hemos encontrado a dos personas que saltan un muro y corren. Zapatos negros, pantalón negro, una camisa blanca, un moño en la mano y dicen que nos son mozos y que no estaban trabajando. Es miedo”.

 

LA CIUDAD

Los establecimientos de Concordia aun no fueron relevados por el sindicato. No obstante, Julio Roh observa que la ciudad “viene creciendo, se está moviendo más el turismo, la hotelería y la gastronomía”.  Según datos de diciembre hay alrededor de 900 trabajadores registrados. A un año y medio del inicio de su gestión “hemos llegado a un número que nos tienen conformes, seguramente podríamos estar mejor, pero el trabajo que estamos haciendo es lento y va a dar resultados más adelante”, dijo.

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