Sonia Sánchez es autora del libro “Ninguna mujer nace para puta”. Estuvo en el 5º Festival Internacional de Cine Social, en Concordia. Ofreció una charla, abierta a todo público, donde se debatió sobre prostitución.
Luego de la charla, accedió amablemente a una entrevista con elentrerios.com. “Estoy feliz porque es la primera vez que vengo a Concordia y para tocar un tema que no es fácil para nadie como la prostitución, como el proxenetismo y la trata de personas” dijo.
Ante la información obtenida durante su estadía en la ciudad sobre los casos de trata cuestionó: “Hay que empezar a romper ese silencio que hay en esta sociedad porque me he enterado que hay casos en la ciudad pero no se hablan, entonces ¿Qué está pasando con la sociedad que no habla de la trata de personas? ¿Qué pasa con las mujeres de acá de Entre Ríos hacia donde se las llevan? ¿No se preguntan?”.
Aseguró: “yo si me pregunto, yo me pregunto primero como mujer, como militante por derechos humanos hacia dónde las llevan, porque en el sur no se las ve, en el norte tampoco. ¿Hacia dónde van las niñas y las adolescentes de esta provincia hermosa. Y de aquí ¿Acá en Concordia no existe la prostitución? ¿A dónde las están prostituyendo a las mujeres en Concordia, a donde? ¿Qué edades tienen las niñas que están siendo prostituidas? ¿Qué hace la Intendencia para decir basta a esta violencia, qué hace? ¿Hay algún proxeneta preso, hay algún traficante, o todas son complicidades desde el silencio y otras complicidades?”
PODER POLÍTICO Y PROSTITUCIÓN
Durante su discurso, Sonia Sanchez remarcó en reiteradas ocasiones que la prostitución y el poder político están estrechamente vinculados: “Argentina es un país abolicionista desde el año 49 que firmó todos los tratados internacionales pero en la práctica no trabaja en eso. Estamos viviendo en un Estado muy proxeneta” definió y agregó “eso significa: hoy el alquiler de un cuerpo cuesta mil pesos por una hora en el sur, cuerpo de niña de 17 a 22 años y son penetradas, anal, vaginal y bucal hasta 30 veces por noche a mil pesos. Saquen la cuenta cuanto deja solo un cuerpo prostituido y, a veces, hay prostíbulos en los que hay entre 10 y 20 mujeres”.
Planteó que “es un negocio redondo para cualquier gobierno, para cualquier Intendencia porque los prostíbulos son ilegales en nuestro país pero están habilitados desde la política y si es Argentina un país abolicionista no debería existir ningún prostíbulo, ningún ‘pool’ cuando sabemos que un pool no es eso sino un prostíbulo maquillado, como las whiskerías clase “c” esos eufemismos son prostíbulos y son ilegales, solo que están habilitados como whiskería y esa plata de habilitación le va a la Intendencia”.
EL SINDICATO DE PROSTITUTAS
Consultada acerca de la sindicalización de la prostitución, sostuvo: “es tremendo que quieran sindicalizar esta violencia que es la prostitución como trabajo. No lo es, es la violación de los derechos económicos, sociales y culturales como yo digo y el Estado debe trabajar para restituirle esos derechos a estas personas prostituidas”.
Contó al respecto que “el 90 por ciento de las mujeres que hoy son traficadas para ser putas en el centro o sur de nuestro país es buscando trabajo, y no hay un proyecto para trabajar una migración laboral segura. Es nada para el Estado un 0800 gratuito, que estén todas las provincias conectadas, que esa mujer antes de tomarse un colectivo o un avión a donde va a ir al sur buscando trabajo creyendo que va a ser un trabajo y va a ser un prostíbulo sepa que eso va a ser un prostíbulo”.
Planteó que “sindicalizar esta violencia como trabajo son dos cosas muy peligrosas y es bueno saberlo porque está en juego la vida de nuestras hijas, nietas y bisnietas. Si sindicalizas la prostitución como trabajo sacás del delito al proxeneta”, aclaró.
“El proxenetismo es delito en Argentina, es la persona que vive de la explotación ajena, son los “maridos” de las putas. Lo sacas del delito y lo pones como marido y lo legalizas entonces estos varones pueden tener muchas mujeres prostituidas porque no es delito ser marido de las putas, explicó y añadió que “por otro lado, sacás del delito al traficante de personas y lo ponés como representante de estas mujeres, como alguien que le está buscando un prostíbulo, un lugar para que sean trabajadoras sexuales”.
Dijo, entonces que “el peligro es que hoy las putas son las hijas de las otras y los otros pero este sindicato de trabajadoras sexuales ¿Cómo se va a sostener cuando desaparezcan estas putas? ¿O va a desaparecer el sindicato? El sindicato de trabajadoras sexuales no nació para desaparecer, nació para seguir existiendo, entonces ¿Quien va a sostener este sindicato cuando se mueran estas putas sea de VIH sida, de golpes y violencia por parte de estos prostituyentes? Son las niñas que estamos criando en nuestras casas”.
NINGUNA MUJER NACE PARA PUTA
“Repito que debemos decir no a esta violencia como dice mi libro Ninguna mujer nace para puta”, exclamó y contó su vivencia: “Soy la cuarta de siete hermanas mujeres y mi madre cuando me parió no dijo ‘Sonia va a ser la puta de la familia’ y terminé siendo la puta de todas y de todos y terminé siendo traficada en uno de los prostíbulos ‘top’ de Río Gallegos a mis 17 años”.
Contó que actualmente tiene 50 y el que la traficó, a los 17 años desde Buenos Aires a Rio Gallegos, es multimillonario, tiene muchísimos campos en Santa Fe capital.
“Vos decís Tarantini en Santa Cruz y todo el mundo lo conoce porque tiene prostíbulos en el Calafate a 3 cuadras de la casa de la presidenta, tiene dos prostíbulos muy grandes en Río Gallegos y sigue traficando. No está preso”, lamentó.
“Entonces cuando hablo de la complicidad política y policial a esto me refiero, si a mí me trafico a los 17 años y hoy sigue traficando (recibió a una niña que fue rescatada de su prostíbulo hace un año y medio en El Calafate). No estuvo preso, pago una multa de 300 pesos, entonces digo todas las niñas están en riesgo, y los niños. Hoy no importa si es rica o pobre, si tiene estudios o no tiene estudios. Es un cuerpo y eso buscan”, explicó.
“DEJEMOS DE SER HIPÓCRITAS”
¿Cómo se lucha contra esta violencia? “Para poder luchar contra esta violencia primero debemos trabajar el miedo y dejemos de ser hipócritas, nombremos las cosas por su nombre: Sin varones que vayan de putas no va a haber putas, sin putas no hay prostitución y sin prostitución no va a haber tráfico de personas con fines de explotación sexual. Es decir existe la trata de personas porque existe la prostitución, entonces debemos trabajar para erradicar eso”.
Planteó que también hay que trabajar en otra cosa por lo que invitó “a los hombres a que se pongan en cuestión por qué van de putas, porque si hay putas y niñas explotadas sexualmente es porque van de putas, y el 90 por ciento de los varones que van de putas son casados, es decir, los varones que van de putas son nuestros maridos, nuestros hermanos, nuestros curas confesores, nuestros pastores evangélicos, nuestros jueces y son nuestros políticos”.
“Los varones que van de putas son los varones que viven en nuestras casas y que hacen uso y abuso de estos privilegios que tienen en nuestra sociedad y nosotras somos cómplices por acción u omisión. Basta de hipocresía”, pidió.
“¿Por qué los varones se van de putas? Dejó en claro que los varones que van de putas no compran nada porque a la prostituta no le pertenece nada, ellos no saben hacer el amor solamente practican la violencia a través del sexo. No tienen buen sexo, y si el 90 por ciento va de putas son casados significa que como sociedad estamos viviendo una sexualidad precaria y violenta, por eso debemos decir basta a la prostitución y a toda clase de violencia”.
