KABUL, (Reuters) – Uno de los peores terremotos de Afganistán dejó más de 800 muertos y al menos 2.800 heridos, informaron las autoridades el lunes, mientras helicópteros trasladaban a los heridos al hospital tras ser rescatados de entre los escombros de las viviendas que se registraban en busca de supervivientes.
El desastre está destinado a agotar aún más los recursos del gobierno talibán de la nación devastada por la guerra, que ya lidia con crisis humanitarias, desde una drástica reducción de la ayuda hasta la expulsión de cientos de miles de afganos por parte de los países vecinos.
Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Salud en Kabul, solicitó ayuda internacional para afrontar la devastación causada por el terremoto de magnitud 6 que se produjo alrededor de la medianoche, a una profundidad de 10 km (6 millas).
«La necesitamos porque aquí mucha gente perdió la vida y sus hogares», declaró a Reuters.
El terremoto causó la muerte de 812 personas en las provincias orientales de Kunar y Nangarhar, declaró el portavoz de la administración, Zabihullah Mujahid.
Los rescatistas luchaban por llegar a las zonas montañosas remotas, aisladas de las redes móviles a lo largo de la frontera con Pakistán, donde las casas de adobe que salpicaban las laderas se derrumbaron durante el terremoto.
«Todos nuestros equipos se han movilizado para acelerar la asistencia y brindar un apoyo integral», declaró el portavoz del Ministerio de Salud, Abdul Maten Qanee, destacando los esfuerzos en áreas que van desde la seguridad hasta la alimentación y la salud. Imágenes de Reuters Television mostraron helicópteros evacuando a los afectados, mientras los residentes ayudaban a las fuerzas de seguridad y al personal médico a trasladar a los heridos a las ambulancias en una zona con un largo historial de terremotos e inundaciones.
Equipos militares de rescate se desplegaron por toda la región, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado, con 40 vuelos que transportaron a 420 heridos y muertos.
El terremoto arrasó tres aldeas en Kunar, dejando daños considerables en muchas otras, según informaron las autoridades. Al menos 610 personas murieron en Kunar y 12 en Nangarhar, añadieron.
Fue el tercer gran terremoto mortal en Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder en 2021 tras la retirada de las fuerzas extranjeras, lo que provocó un recorte en la financiación internacional que constituía la mayor parte de las finanzas del gobierno.
Incluso la ayuda humanitaria, destinada a eludir las instituciones políticas para atender necesidades urgentes, se ha reducido a 767 millones de dólares este año, frente a los 3.800 millones de dólares de 2022.
Un terremoto de magnitud 6,1 que mató a 1.000 personas en la región oriental ese año fue el primer gran desastre natural al que se enfrentó el gobierno talibán. Mapa de las curvas de nivel del terremoto de magnitud 6.0 que sacudió Afganistán
SOLICITUDES DE FINANCIACIÓN
Las agencias humanitarias afirman estar combatiendo una crisis olvidada en Afganistán, donde las Naciones Unidas estiman que más de la mitad de la población necesita ayuda humanitaria con urgencia.
Diplomáticos y funcionarios de ayuda humanitaria afirman que las crisis en otras partes del mundo, junto con la frustración de los donantes por las políticas de los talibanes hacia las mujeres, incluyendo restricciones a quienes trabajan como cooperantes, han impulsado los recortes en la financiación.
«Hasta el momento, ningún gobierno extranjero ha ofrecido apoyo para las labores de rescate o socorro», declaró un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán.
China estaba dispuesta a proporcionar asistencia de socorro «según las necesidades de Afganistán y dentro de su capacidad», declaró posteriormente un portavoz de su Ministerio de Asuntos Exteriores.
En una publicación en X, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que su misión en Afganistán se estaba preparando para ayudar a las personas en las zonas devastadas por el terremoto. Funcionarios humanitarios y residentes locales afirman que, casi dos años después de que un potente temblor azotara la ciudad occidental de Herat, muchas aldeas aún se están recuperando y viviendo en estructuras temporales.
Afganistán es propenso a terremotos mortales, especialmente en la cordillera del Hindu Kush, donde se unen las placas tectónicas india y euroasiática.