Mientras los proyectos legislativos que plantean sanciones a profesionales que violen los convenios firmados con las obras sociales duermen en la legislatura provincial, el cobro de plus sigue siendo una práctica cotidiana. El titular de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa), distrito Entre Ríos, Omar Duerto, cuestionó este mal hábito y dijo a AIM que “aquel profesional que cobre un adicional debe ser sancionado”.
Suena a historia repetida. Reclamo de mayores aranceles, conflictos, cortes de prestaciones, mesa de negociación y nuevo convenio. Así parece funcionar la dinámica de la relación entre profesionales, entidades médicas y obras sociales. La vigencia efectiva de los nuevos convenios no suele durar más que unos pocos meses. Al poco tiempo aparecen reclamos por supuestas deudas a las obras sociales, negaciones y mientras se negocia otra vez aparece el cobro de sumas extras, por fuera de los aranceles establecidos y, obviamente, sin recibo. En el medio, los pacientes, trabajadores -activos o jubilados; los perjudicados de siempre.
“Nosotros cuestionamos los plus que cobran”, afirmó a esta Agencia el titular de Atsa Entre Ríos, Omar Duerto. “Eso no lo tendría que cobrar ningún profesional porque ese es el arancel que estamos acordando. Eso hay que tenerlo en cuenta, porque los profesionales tienen sus honorarios”, señaló.
Duerto reconoció no suelen cobrarse que sumas extras en clínicas o sanatorios (“todavía no hemos encontrado ninguna”). Es más común ver que eso ocurra en consultorios. Sí se da habitualmente cuando se practican cirugías: “te pasan los aranceles que tiene que pagar la obra social y ellos creen que es poco dinero; no es lo que pretenden, entonces se lo cobran al afiliado pero tampoco extienden un recibo”. Monto en negro no paga ganancias.
El dirigente gremial fue tajante en su descripción de la situación: “los trabajadores de la sanidad sabemos que todos los consultorios cobran adicionales”, sentenció y opinó que “aquel profesional que cobre un adicional debe ser sancionado”. Sin embargo, aunque los comentarios corren como reguero de pólvora, las denuncias por parte de los afiliados suelen ser sobre un porcentaje menor del total de casos y, aún así, no suelen derivar en sanciones hacia los médicos que incurren en estas irregularidades.
Raramente aparece un profesional que -siendo justo su reclamo- decide cortar el vínculo con la obra social con la que está en conflicto, en vez de incurrir en otra irregularidad. Pero claro, el padrón de afiliados cautivos es demasiado tentador.
