El mismo policía que hace cuatro meses había sido detenido cuando intentaba robar en la casa de un vecino de su pareja, ahora fue sorprendido comprando cocaína en un kiosco de droga y terminó demorado luego de una espectacular persecución que terminó frente al edificio de un diario paranaense.
Sebastián Blanco, agente de la Jefatura Departamental de Policía, fue el protagonista de esta historia. Efectivos policiales lo detectaron a bordo de un Renault Twingo en las inmediaciones de un kiosco de droga y le ordenaron que se detuviera.
En lugar de eso, el hombre emprendió una fuga a toda velocidad –a punto estuvo de atropellar a una mujer en su huida– y recién pudo ser detenido en calle Urquiza, a pocos metros de Pellegrini, luego de que un automóvil de la Dirección Investigaciones se le cruzara delante del vehículo que conducía.
La estridente escena se produjo el sábado, después de las 20, en momentos en que el centro de la ciudad estaba repleto de transeúntes, paseantes y empleados de comercio que terminaban la jornada laboral. El agente fue demorado e identificado y luego, en presencia de testigos, se dispuso también la requisa del automóvil.
También su pareja llegó hasta el lugar donde se desarrollaba el procedimiento, se presentó como la propietaria del Renault Twingo en el que se conducía Blanco y, sin dar explicaciones ni mediar un diálogo, amenazó al reportero gráfico de EL DIARIO que retrataba paso a paso las acciones de los policías. Un can detector de narcóticos marcó las puertas y los efectivos de la Dirección Toxicología encontraron vestigios de cocaína en la funda que cubría el asiento del conductor.
“Evidentemente alcanzó a descartarse de la droga”, señaló uno de los policías ante la consulta periodística. De hecho, luego se supo que en la recorrida que los policías hicieron por el trayecto que el hombre había hecho en su fuga encontraron al menos una bochita de cocaína, según confirmó otro de los policías que participó del procedimiento.
Los policías coincidieron en que la droga que el hombre pudo haber tenido en su poder era para consumo personal, dada su escasa cantidad, por lo que Blanco no quedó detenido, aunque fue identificado y se labraron las actas del procedimiento.
Esta circunstancia le valdrá, seguramente, un sumario. Esas actuaciones que correrán por la vía administrativa se sumarán a las que ya se habían iniciado hace unos meses luego de que el hombre fuera sorprendido cuando intentaba robar en la casa de un vecino de su pareja.
Aquel hecho ocurrió el 31 de marzo pasado y se conoció a partir de la denuncia del damnificado, primero en sede policial y luego también en la red social Facebook. “Un policía en funciones quiso entrar a robar a mi casa. Lamentablemente no puedo poner los datos de él. Mi familia se pegó terrible susto, pero estamos todos bien. Lo más cómico (es) que es el novio de una vecina!”, publicó el vecino indignado.
A raíz de ese episodio, Blanco fue separado de las tareas de guardia que desempeñaba en la Jefatura Departamental, se le retiró el arma y pasó a cumplir funciones en un área técnica de la dependencia.