Mauricio Macri llegó a la Casa de Gobierno antes de lo que estaba previsto en el cronograma que difundió Cambiemos ayer. El vehículo que lo trasladó desde el Congreso –donde juró ante la Asamblea Legislativa– circuló por la Avenida de Mayo escoltado por numerosos efectivos de seguridad, en el medio del vallado que se montó para la ocasión. Desde el interior, el Presidente saludó a las personas que lo acompañaron en el recorrido.
Ya en el edificio, la ceremonia se cumplió con celeridad. Federico Pinedo le entregó la banda presidencial y también el bastón, una tradición que en principio debió haber cumplido la predecesora de Macri, Cristina Fernández, quien finalmente no participó del acto.
Acompañado de su esposa, Juliana Awada, y su hija Antonia, Macri recorrió después algunos de los salones de la Casa Rosada. Y entonces decidió salir al balcón central, el que está orientado a la Plaza de Mayo. Allí se había reunido una multitud para saludarlo.
«Pueden hacer más y merecen vivir mejor. Una vez más quiero pedirles que crean en ustedes mismos. Yo hoy estoy acá porque creo en ustedes, y necesito que ustedes también crean que son capaces de más, que pueden hacer más y merecen vivir mejor», expresó.
En un breve discurso, el líder del PRO resaltó también que prometió «armar un gran equipo» y que hoy «ya hay un gran equipo de ministros listos para empezar a trabajar». «Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravilla de nuestro país», afirmó.
«Quiero pedirles que crean en ustedes mismos», dijo Macri a sus simpatizantes.
Macri celebró que «nos podamos expresar con libertad en la República Argentina» y que «podamos pensar diferente pero trabajar juntos».
«Prometo decir siempre la verdad y ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas porque sé que ustedes, el maravilloso pueblo argentino, es suficientemente capaz e inteligente para, trabajando juntos, resolverlos», subrayó. «Necesito que todos los argentinos nos acompañen, que nos avisen, que nos alerten cuando nos equivoquemos y que participen, porque, como les digo una y otra vez, no somos infalibles, pero tenemos mucha vocación de hacer cosas todos los días para que ustedes vivan mejor», añadió.
Tras corear la frase «sí, se puede», usada en Cambiemos durante la campaña, los simpatizantes aprovecharon un silencio del flamante jefe de Estado para pedirle que baile, lo que ya se transformó en una suerte tradición en los actos de los que participa Macri. Él aclaró primero que no podía hacerlo por tener puesta la banda, pero no esquivó el pedido y una vez que se la quitó lo hizo.
El baile de Macri estuvo acompañado por la vicepresidente, Gabriela Michetti, que cantó la canción «No me arrepiento de este amor», que popularizó la cantante Gilda.
AGENDA
El jefe de Estado había comenzado el día con una visita fugaz a La Plata, en donde participó de la asunción de María Eugenia Vidal como gobernadora bonaerense. Luego asistió al Congreso, en donde tomó posesión formal de su cargo.
Ante la Asamblea Legislativa, pronunció un discurso en el que aseguró que sus prioridades serán combatir la pobreza y el narcotráfico, y «unir a los argentinos». «Quiero darles una vez más la confirmación de que vamos a cuidarlos a todos, en especial a los que menos tienen. El Estado va a estar presente», expresó.
El mandatario se retiró luego a la Cancillería, en donde ofreció una recepción a los representantes de las delegaciones internacionales para su asunción. Pasadas las 16:30 volvió a su departamento de Palermo. A las 19 le tomará juramento a su gabinete.