El gobernador Sergio Urribarri concluirá sus dos gestiones al frente del Ejecutivo provincial, en diciembre próximo, con un raro privilegio: fue el mandatario que aplicó la receta más dura al sector docente.
Urribarri combatió la protesta de los docentes aplicándole nafta al fuego: desde 2008 en adelante repitió el mismo esquema. Ante cada huelga de los maestros, ordenó que se descontara el día no trabajado. El acuerdo salarial, así, siempre salía forzado; en 2014 y 2015, por mandato de la Justicia.
Entre 2008 y 2014, los maestros cumplieron en Entre Ríos un total de 67 días de paro, más de un tercio de un ciclo lectivo hipotético de 190 días, una extensión que jamás se ha cumplido en la provincia.
Si esa belicosidad docente tiene enfrente la cerrazón de un gobierno que sólo responde con descuentos por los días no trabajados, el resultado es una sangría salarial de mucha envergadura.
En el caso de un maestro de grado con 20 años de antigüedad y considerando el salario a 2015, por cada día de paro perdió una suma de $462,56, que, multiplicado por las 67 jornadas de huelga en las escuelas que hubo a lo largo de las dos administraciones de Urribarri, la quita sumó $30.991,52.
De acuerdo a los números del Gobierno, sólo un 2,5% del total de 44 mil maestros que hay en la plantilla del Estado en Entre Ríos perciben el salario mínimo garantizado de bolsillo, de $6.800.
No está claro cuál es el nivel cierto de adhesión -los gremios siempre redondean el acatamiento en torno al 80%, aunque el Gobierno este año se ha cuidado de batallar en ese frente- pero además impacta la desigual aplicación de las quitas salariales en los distintos departamentos.
El dirigente docente uruguayense Víctor Hutt, uno de los más conocedores del complicado entramado de la grilla salarial docente en Entre Ríos, dice que este año, a pesar de los anuncios, no se ha efectivizado ningún descuento por días de paro.
«Pero hay varios departamentos que no cargan los paros. Es decir -contó Hutt-: la orden oficial de descontar está, pero por alguna razón en algunos departamentos cumple más que en otros».
La ingeniería legal para aplicar los descuentos se apoya en un decreto de 2008, el N°4.940, que estableció que el Ejecutivo podía tomarse hasta diez días para abonar los salarios a los activos, y hasta 20 días para los pasivos. El artículo 4° de ese decreto «ratificó» la vigencia de la circular N° 30 dictada por el exgobernador Jorge Busti, que abrió las puertas a los descuentos por días no trabajados en el Estado.
Fuente: Entre Ríos Ahora