Vecinos se quejan por el estado de un terreno baldío que se encuentra en la intersección de calles Vélez Sarsfield e Ituzaingó ya que el mismo se ha convertido en un basurero a cielo abierto además que por las noches dicen es refugio de malvivientes y un riesgo para la seguridad de quienes circulan por allí.
Pese a que en nuestra ciudad rige un decreto que indica que “los propietarios deben encargarse de la destrucción de las malezas y el corte de yuyos; el desagüe de los charcos y las aguas estancadas que se formen; la desratización, desinsectación y el mantenimiento sanitario adecuado; la realización de tareas de apuntalamiento, reconstrucción, preservación o demolición que sean necesarias para la seguridad de las estructuras edilicias que puedan existir, así como la conservación de las infraestructuras de servicios”, en este caso los propietarios no lo cumplen.
Añaden los vecinos que el problema es doble, ya que como la propiedad está abierta, dejan basura y desperdicios generando un foco infeccioso por la gran cantidad de bichos y ratas, además de la suciedad constante que atenta contra la salud de la gente que vive en las zonas aledañas.