Por Enrique Tomás Cresto (Senador Provincial, Presidente del Bloque de Senadores Peronistas)
Compañero Ángel: No puedo negar que tus declaraciones en los medios me sorprendieron. Muchos me aconsejaron contestarte a través de otros, que yo no conteste agresiones, que permitamos que nuestros compañeros contesten, etc. Pero finalmente he decidido escribirte y contestarte a través de esta carta abierta.
Creí, sinceramente, que en las reuniones de trabajo, actividades y gestiones que compartimos en estos años nos unía la convicción de compartir un mismo proyecto y ser parte de un mismo equipo. El tono de tus dichos me inclina a pensar que solo posabas para las fotos o fingías un compañerismo que no era tal.
Me sorprende que quieras ocupar el lugar de juez o árbitro de quien debe y quien no debe estar en el proyecto, que pidas renuncias y pasos al costado en un espacio como el nuestro, desde donde cada día se trabaja por el bien común, transformando la realidad; que es la mejor manera de acompañar a Sergio Urribarri y militar el proyecto presidencial del compañero Gobernador.
La gestión de mi padre Juan Carlos en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, la transformación de la CTM en una verdadera herramienta para el desarrollo, el trabajo articulado que en forma permanente alentamos con todos los actores institucionales y políticos, lo que hemos hecho desde el Senado Provincial y en cada lugar que ocupamos son prueba más que suficiente que al proyecto se lo defiende con acciones y propuestas, no con declaraciones en los diarios o arrogándose la facultad de decidir quién está adentro o afuera de esta construcción.
Que hoy hables de «los Cresto» en los términos en que lo hacés se parece mucho, en el resentimiento y la bronca, a cuando desde los grandes medios concentrados y los dirigentes de moda en la oposición hablan de «los Kirchner», «los Urribarri», etc. Es decir, el prejuicio y el agravio antes que los valores positivos de los que llevan un apellido.
En este sentido, debo decirte que pertenezco a una familia que tiene cuatro generaciones de actividad industrial, empresarial, política e institucional en Concordia y Entre Ríos. Mi abuelo abrazó al peronismo en los orígenes del movimiento, mi familia fue peronista en la década dorada de Perón y Evita, en tiempos de proscripción y persecución del peronismo, en los años de resistencia y en la vuelta de Perón, en la dictadura militar y defendiendo los ideales democráticos. Fuimos peronistas con Alfonsín, con Menem, con De la Rua, con Duhalde, con Néstor y con Cristina. Desde que mi bisabuelo llegó a Entre Ríos somos parte de la historia de esta Provincia, desde que mi abuelo levantó las banderas del Movimiento Justicialista somos parte de la historia del peronismo.
En tantos años seguramente cometimos muchos errores, pero nunca dejamos de ser peronistas por sentimiento y convicción. Esta permanencia de mi familia en la política se construyó con vocación de servicio, compromiso y fuerza de voluntad; alcanzado lugares de responsabilidad por capacidad de trabajo y acompañados en las urnas por entrerrianos persuadidos que los cargos públicos se ejercen siendo útiles a la sociedad y trabajando por el bien común.
Por otra parte Ángel, creo honestamente que lo más importante que nos deja Sergio Urribarri en sus dos gestiones como gobernador – más allá de la transformación histórica de esta Provincia – es una nueva forma de construir en política. Trabajando en equipo, uniendo por lo positivo y no dividiendo por lo negativo. No tengas dudas que esa etapa de la política de la confrontación y la zancadilla quedó en la historia, y bien enterrada.
La gente no quiere ver a sus dirigentes discutir y desangrarse en luchas internas que a nada conducen. La gente quiere que busquemos consensos, que los políticos nos pongamos de acuerdo y trabajemos juntos, que no caigamos en la tentación del prejuicio y la crítica descarnada solo porque vemos la realidad con matices diferentes.
Si bien mi padre puede defenderse solo, te quiero aclarar que fue víctima de una operación de prensa orquestada por gente mal intencionada que apuesta a la confusión y el desacuerdo porque no saben construir de otra manera. Creo que al prestarte vos también a este tipo de operaciones das un paso atrás en la construcción de este nuevo paradigma político de sumar en positivo que promueve el compañero Urribarri. Pero entiendo también que pueda haber sido un error de tu parte; un paso en falso incitado, tal vez, por quienes quieren sembrar discordia o fracturas internas, pensando más en sus intereses personales que en los grandes desafíos que tenemos delante.
Los compañeros de nuestras agrupaciones quieren contestarte en los medios, me llegan cartas firmadas por nuestros compañeros con intención de responder a tus críticas y publicar notas de desagravio. Yo creo, con toda sinceridad, que es mejor pensar en lo que hay por hacer y la importancia de trabajar todos juntos para profundizar los logros de este proyecto.
Que este sea un año electoral no nos exime de la obligación de ocuparnos de los temas realmente importantes para la sociedad. Las luchas que vale la pena dar son las de la Ley de Narcomenudeo, la generación de más empleo, el Juzgado Federal en Concordia y la implementación del 911, la consolidación de las políticas sociales, el fortalecimiento de las cadenas productivas, las viviendas de maderas, la ampliación del Parque Industrial en Concordia y la búsqueda de nuevos inversores, el Centro de Desarrollo Deportivo, y la construcción de más viviendas y el mejoramiento de los servicios para una Concordia que sigue creciendo; solo por citar algunas de las peleas que tenemos enfrente y que a los peronistas nos necesitan fuertes y unidos.
En resumen, hay mucho por hacer, hay problemas que no hemos resuelto, proyectos que tenemos que llevar adelante. Lo mejor es esforzarnos en lograr todo esto pensando en los entrerrianos y los concordienses, más que en desgastarnos en defendernos y atacarnos en los medios con declaraciones cruzadas.
El intendente que venga deberá ser un intendente surgido del consenso y con valores positivos. La gente ya no quiere intendentes peleados con sus gobernadores ni gobernadores que le cierran la puerta a los intendentes para perjudicarlos políticamente. La sociedad reclama políticos que resuelvan problemas y liderazgos consolidados en la búsqueda de consensos y la construcción de acuerdos.
Creo que hoy tenemos la oportunidad histórica de avanzar con estos objetivos como inspiración y guía. Te invito Ángel a trabajar en el mismo sentido.
1 comentario en “Carta abierta al compañero Angel Giano”
Cuanta mentira, cuanta hipocrecia de ambos lados, tanto de Giano como de los Cresto, pero me detengo mas en lo del Senador, ¿de que brillante historia familiar habla este personaje?, todos sabemos quiene son los Cresto. El Viejo Cresto, Don Enrique fue explotador del peor negocio que un hombre pueda encarar, fue tratante de blanca, proxeneta, «cafiyo», vivia de las mujers un especie de «Pancho» Dotto de los años 30 y 40. Hasta esos años era militante del radicalismo y se hace peronista en los años 45-46 por temor que el peronismo que venia con singular fuerza le echara a perder el «negocio». Luego vino su Gobernacion 73-76, siendo él el jefe del tristemente celebre «Comando Parana» que tanto dolor derramo sobre Concordia, recuerdese la lamentable experiencia de Fisher, empleado del CEC de la decada del 70. En cuanto a «Calucho» siempre, desde el 83, vivio de la politica en distinto cargos demostrando en ellos su profunda BRUTALIDAD, por otroa lado su hermano «El Batata» , «Juez de Paz» de la zona sur de Concordia de igual capacidad que su hermano, ademas debemos decir que no hay un solo Cresto o Cresta que no este prendido de la teta del estado.¡¡¡¡¡¡ENRIQUE DE QUE FAMILIA EJEMPLAR VOS ME HABLAS!!!!, ¿¿¿¿ESTAS LOQUITOS O BANDEADO???,
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