El disparatado discurso de Cristina durante el acto del 10 de diciembre, fue solo un capitulo más en la construcción de relato. En un contexto casi de campaña proselitista Cristina atacó al FMI, a la UCR, a Macri, a los libertarios, al poder Judicial y a todo aquel que se le cruzó por el camino. La construcción de enemigos externos está tomando envión para darle contexto a la campaña hacia 2023. Firmar un acuerdo, ajustar y que el precio lo paguen los otros es el objetivo. Cristina, en lugar de hacer “revisionismo” berreta de corto plazo, debería habernos explicado cómo va a hacer su Gobierno para desarmar el moño que se está haciendo por no querer gobernar.

Esta nota no pretende ser un tratado económico, no tiene pretensiones científicas. Es inevitable considerar que hay quien cree que somos todos estúpidos y manejables a voluntad. En Redes de Noticias ( Instagram @redesdenoticiasar ) y en nuestra transmisión radial, “Lo que queda del día” por oidmortalesradio.com.ar (FM 88,9 Concordia de lunes a viernes de 18 a 19), nos hemos puesto el objetivo de levantar lo que nos hace ruido, de opinar y adjetivar desde nuestro lugar, de discutir lo que no nos cierra, sin escapar a la subjetividad y sin pretender la objetividad, en un ejercicio que deja al descubierto toda nuestra humanidad.
El FMI hace pocos días reveló cuáles serán las líneas generales de las exigencias que hará a la Argentina. No hubo sorpresas, lo de siempre: reducción del déficit, baja de la inflación, aumento de las reservas.
Bueno, hasta acá llega el relato, hoy es domingo y ya es hora de dejar atrás toda la absurda retorica del acto del viernes, ahora hay que ponerse a pensar cómo hacer para bajar el déficit, reducir la inflación (con políticas monetarias) y aumentar las reservas (no a base de deuda).
El problema es que gran parte del Gobierno, sigue una línea de pensamiento que es opuesta a la realidad. El FMI plantea que se debe bajar la inflación con políticas monetarias, pero a Kulfas y Feletti se les ocurre que eso se debe hacer con control de precios y limitando las exportaciones. Y acá empieza a ponerse lindo, si se pone un freno a la exportación (por citar solo un ejemplo desalentándola con retenciones) se pone un freno a la única fuente genuina de dólares que nos queda y esto empieza a impactar directamente en otro de los puntos clave que plantea el Fondo: el aumento de las reservas. Si no deben provenir de endeudamiento y si le jorobamos la vida a los exportadores. ¿De donde van a venir los dólares? Esos no podemos imprimirlos.
Pero vamos al otro aspecto sobre el que el FMI está apuntando el dedo: el déficit Fiscal. ¿Por donde recortar? Uno de los ítems más importantes que el Gobierno analiza cortar, son los subsidios a los servicios. Algunos modelos hablan de cortar los subsidios a aquellos que más pueden y mantenerlos entre aquellos que no podrían soportar aumentos de tarifas en este momento. Esto parece una gran idea, justa y equitativa. Pero chocamos con la inflación… es que si bien es posible segmentar el impacto sobre la gente de un corte de subsidios, lo que es imposible de segmentar es el efecto inflacionario que esto tendría. La inflación golpea siempre al más débil y, maldita sea la inflación, es uno de los ítems a controlar exigidos por el Fondo.
El Gobierno está enamorado de la inflación, es su principal aliada, es su licuadora mágica, que en un círculo virtuoso licúa déficit y exige emisión continua que nos permite financiarlo. Todo esto en el “Planeta mágico del papel pintado”, porque en el otro, el de verdad, hay que empezar a hacer cuentas serias y a trazar políticas sociales capaces de apechugar el golpe que significará ajustar.
Por otro lado. ¿Cuánto tiempo más podrán mantener pisadas las tarifas, una vez que quiten buena parte de los subsidios? ¿O es que piensan cargarlo todo sobre la cuenta de la cada vez menos media, Clase Media? Hay que recordar que estos también votan, y no solo eso, sino que son los que, de elección en elección, inclinan la balanza hacia uno u otro lado.
Uy! ¿Y los combustibles? ¿Alguien está hablando de lo difícil que se está haciendo sostener los combustibles a los precios que tenemos hoy en día? ¿La Secretaria de Energía nos está contando que YPF paga 55 pesos lo que el mundo está pagando 76? ¿Cuánto puede durar esto?
Ni siquiera entraré, en este breve y torpe ensayo económico, en los problemas que la desinversión proveniente de las tarifas pisadas genera. Eso es problema de las “grandes empresas monopólicas”. Entonces cuando en enero, los dos kilos de entraña que tengo en el freezer, a manera de ostentación de mi posición privilegiada (y que ya debería empezar a guardar en una caja fuerte refrigerada merced a las grandes medidas de la Secretaría de Comercio Interior y del Ministerio de Producción), se me pudran por algún corte de luz, iré a cascotearle la puerta a alguna Cooperativa Eléctrica, que se guarda la guita para enriquecer a sus socios mientras a mi se me pudre la entraña.
Mientras tanto hay gente que se pierde en luchas de poder y vedetismos partidarios por un lado y otra que se empecina en “no gobernar”, seguir relatando, armando actos y gritando discursos, por el otro. Sabemos que es lo que está haciendo Cristina, construyendo relato. No tenemos idea de qué es lo que quiere hacer la oposición con sus peleas. Nada ha cambiado en estos meses, el nuevo Congreso todavía no ha tenido tiempo de mostrarse, tendrá su gran debut probablemente discutiendo acerca del acuerdo con el FMI. No hay una sola noticia de gestión de Gobierno en el firmamento de los medios. Todo es relato, que cómo dije en una nota de hace unos 6 meses ( http://www.redesdenoticias.com.ar/vacunar-vacunar-y-relatar/ ), es por el momento, la única herramienta de gestión que ha utilizado el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
El relato no evitará que se me pudra la entraña, es ahí donde la retórica choca contra lo fáctico.