Redes de Noticias

Fiscal apelará el fallo que cerró la causa de las tarjetas de la corrupción

La Fiscalía General de La Plata recurrirá a Casación para dar vuelta el controvertido fallo de una Cámara penal que dispuso la liberación del puntero peronista Julio “Chocolate” Rigau y derrumbó la causa que lo investigaba por sacar plata de 48 tarjetas de débito pertenecientes a empleados de la Cámara de Diputados.

 

El fiscal General, Héctor Vogliolo, ya hizo la “reserva” en el Tribunal de Casación que será el organismo superior que puede revisar esa decisión que provocó un escándalo en los Tribunales penales platenses.

Según confirmó el funcionario judicial, en los próximos días analizará todo el expediente que instruyó la fiscal Betina Lacki y antes de que venza el plazo que fija el Código de Procedimiento, presentará un pedido para revocar la decisión que liberó a “Chocolate”. El fallo de la Sala III de Apelaciones además sepultó la investigación que apuntaba a revelar una trama de corrupción en el Parlamento provincial.

La escena recrea la punta que dio inicio a la investigación de la causa «Contratos» en la Legislatura entrerriana cuya primera etapa ya fue elevada a juicio y que desnudó una trama de corrupción que durante años sustrajo millones de dólares del Estado entrerriano para el financiamiento de la política.

Los contratos de la Legislatura pueden desnudar años de oscuro manejo de la política  

Rigau estuvo 12 días preso. Lo detuvieron el 9 de septiembre mientras extraía 30 mil pesos de cada uno de los plásticos en un bóxer del Banco Provincia ubicado en 7 y 54, a 100 metros de la Gobernación y a 50 del acceso a la Legislatura.

El juez de Garantías, Guillermo Atencio, confirmó su detención y consideró que el proceso contra el imputado podría desenmascarar una trama de corrupción “inmensa”. Pero la defensa de Rigau recurrió con un habeas corpus a la Cámara de Apelaciones.

Los jueces Juan Benavides y Alejandro Villordo consideraron que la policía no tenía facultades para detener a «Chocolate» porque “retirar dinero de un cajero no es delito” y evaluaron que esa acción policial vulneró la intimidad del acusado. Por eso lo liberaron este jueves después del mediodía.

«Hay mucho descontento en el fuero con esta determinación porque es muy obvio que hubo presiones. Y afecta a todos por igual. Quedamos muy expuestos ante la opinión pública», dijo un juez que comparte el edificio con Benavides y Villordo.

Según coincidieron fuentes judiciales, hubo en las últimas dos semanas, persistentes llamados de sectores políticos del oficialismo (y también de otros espacios) hacia algunos despachos del Palacio donde funciona el fuero penal, para “pisar” la causa por los plásticos de Diputados.

Es que Rigau recaudaba por lo menos 27,5 millones de pesos mensuales. Eso, constató Lacki, ocurrió en agosto y estaba tratando de repetir en septiembre cuando lo apresaron en el cajero. Cada cuanta que manejaba el puntero del PJ recibía todos los meses 580 mil pesos.

Lo imputaron por estafas reiteradas. Y la investigación buscaba pistas para determinar si había una asociación ilícita para defraudar al Estado.

Tres de los instrumentos financieros pertenecían a familiares del hombre que en los últimos años trabajó ligado al concejal de la Plata, Facundo Albini. Este edil va por la reelección en la lista que encabeza –para la intendencia de La Plata- el ministro de Justicia provincial Julio Alak.

Fue la nómina ganadora de las PASO y es la que apoyó el gobernador Axel Kicillof. Rigau celebró con Albini la designación en esa boleta. Ocupó el tercer lugar para retener la bancada y expresa el “cupo” que le correspondía al Frente Renovador en el armado de Union por la Patria.

El “descuido” de Rigau conmovió todas las bancas de Diputados. Un estamento señalado por algunos antecedentes como el soporte para la financiación política con bajos niveles de transparencia. La llamada “caja negra” para financiar campañas y otras arcas a veces se nutre de la contratación de personal sin asignaciones específicas y el desvío de lo obtenido por esos vínculos administrativos.

Hacia allí se dirigía la investigación de Lacki, avalada por el juez Atencio, cuando todo se desmoronó. «No existe una actitud sospechosa en el accionar de Rigau que permita una detención y secuestro del dinero y las tarjetas», fue el argumento de Benvides.

El jueves a la tarde Rigau volvió a su casa con el dinero que le habían incautado (1,2 millon de pesos) y los plásticos.

Resultó extraño en los días posteriores al sacudón, el silencio de la mayor parte de la dirigencia y de los responsables de la conducción del cuerpo legislativo.

La cámara es presidida por Federico Otermín, alfil de Martín Insaurralde (jefe de Gabinete provincial) y candidato a intendente en Lomas de Zamora. Pero también componen la conducción los diputados, Adrián Urreli (Pro), Fabián Perechodnik (Pro de la línea de María E Vidal), Carlos “Cuto” Moreno (histórico dirigente bonaerense, espada de Kicillof en el cuerpo) y Rubén Eslaiman (massista).

«Este es un mecanismo que se hizo siempre», coinciden en todas las agrupaciones sin pudor. El caso Rigau asomaba para ser un puntal que pudiera poner nombre y apellido a ese concepto de «todos».

Por ahora la instrucción queda suspendida. No puede avanzar con nuevas pruebas y elementos de evaluación para la causa. Será algunas de las cuatro salas de Casación la que deberá resolver si vuelve a la mesa de evaluación jurídica o se esfuma como otros casos donde asomaban indicios de corrupción.

Facebook
Twitter
WhatsApp